Es indudable que todo ser humano durante su vida genera un impacto ecológico sobre el medio en el cual se desarrolla. Para medir dicho impacto, se ha desarrollado un cuestionario que calcula la magnitud del daño generado en la tierra por cada ser humano (o huella ecológica). La huella ecológica mide la cantidad de tierra productiva y agua que un individuo, una ciudad, un país, una región o toda la humanidad utiliza para producir los bienes que produce y para gestionar los desechos que se originan del consumo. Hay que considerar que la tierra productiva incluye áreas como campos, junglas y lugares de pesca, y excluye los desiertos, glaciares y el océano.
Medida en hectáreas globales (gha) ó acres globales (ga), la huella ecológica calcula el área de terreno necesario para sostener el consumo de alimentos, bienes, servicios, alojamiento, energía y la reducción de los residuos generados. La huella ecológica se divide en cuatro categorías de consumo: Carbono (uso de energía en el hogar y el transporte), alimentación, alojamiento y bienes y servicios, asimismo la huella ecológica también se divide en cuatro tipos de ecosistemas y biomasas: terrenos de cultivo, terrenos de pastos, terrenos forestales y áreas de pesca.
El Earth Day Network, es una red que agrupa a más de 17 mil organizaciones en 174 países que coordina las actividades de la organización con miras a realizar actividades en favor del medio ambiente. Como parte de sus actividades Earth Day Network invita a sus asociados a realizar una encuesta ( http://earthday.net/footprint/index.html ) en la cual se calcula la huella ecológica que cada ser humano ocasiona con su actividad cotidiana. Un estudio similar y traducido al español está disponible en la página de Myfootprint.org (http://www.myfootprint.org/es/visitor_information/ )
Según el portal Earth Day Network, la huella ecológica permite documentar el consumo y la producción de desechos en un área de territorio ecológicamente productivo. A los datos básicos (edad, sexo, tamaño de la ciudad donde se vive) se añaden los datos referidos al tipo de alimentación, cantidad de basura que genera semanalmente, energía que se utiliza y medios de transporte. Con esto se demuestra la cantidad de hectáreas globales que una persona utiliza para satisfacer sus necesidades. Estos datos se comparan con el promedio del país de residencia y se obtiene la huella ecológica promedio. Cuando una persona completa el cuestionario, el sistema le muestra a la persona el número de hectáreas que ha consumido y se hace un cálculo para determinar cuántos planetas necesitaríamos si todas las personas mantuvieran un estilo de vida similar. De acuerdo al portal footprintnetwork.org requerimos 1.4 planetas para mantener los niveles de consumo actuales. Esto quiere decir, que a la tierra le toma un año y cuatro meses para recuperarse de todas las actividades de extracción que realizó el ser humano durante el 2009, pero esta cifra tiende a incrementarse.
Tendencia preocupante
El informe «perspectiva del medioambiente mundial» desarrollado por las naciones unidas y disponible en http://www.unep.org/geo/geo4/media/ indica que desde 1987 hemos incrementado la población mundial en un 34%, se ha triplicado el comercio y el ingreso promedio se ha incrementado en 40% (elevando el consumo de bienes). El informe presenta graves problemas en diversos frentes, solo por citar uno, se indica en el documento que para el año 2025 se incrementará la demanda por agua en un 50% en países en desarrollo y hasta un 18% en países desarrollados, destacando que «El peso cada vez mayor de la demanda de agua llegará a ser intolerable en los países en donde este recurso escasea».
En una entrevista para la BBC de Londres, Nina Fedoroff, quien fuera consejera de ciencia y tecnología del gobierno de Estados Unidos, dijo que la humanidad ha escedido los «límites de sostenibilidad» del planeta tierra, resaltando que somos más de 6.5 mil millones de habitantes y rápidamente estamos creciendo y alcanzaremos los siete mil millones y considera que este rápido crecimiento planteará retos para el manejo de tierras no utilizadas, pero sobre todo en el manejo del agua.
Ayudando al planeta
En la medida en que se disminuya el impacto de la huella ecológica sobre el medio ambiente, nos permitirá prolongar la vida sobre el planeta Tierra. Para ello es imprescindible reducir el consumo de aquellos componentes que conforman la huella ecológica, así se tiene que el consumo energético provoca un aumento de la emisión de sustancias contaminantes que se vierten a un medio en equilibrio como el aire, generando con su sobre explotación un problema de contaminación atmosférica, el mismo que como cualquier problema ambiental debe solucionarse a través de la participación de los diferentes agentes implicados: las instituciones públicas que ejercen una acción de control, la industria que debe corregir o mejorar su tecnología desde el punto de vista ambiental y los ciudadanos que con sus actitudes y comportamientos pueden modificar sustancialmente el problema.
El website Myfootprint.org recomienda utilizar bicicletas, caminar o usar transporte público la mayor parte del tiempo, evitar dejar el auto detenido con el motor en funcionamiento, mantener afinado el auto para lograr mayor eficiencia, revisar el filtro de aire y mantenga las llantas infladas en forma adecuada, procure además evitar viajes cortos en avión, en lugar de ello utilice el bus o tren. Otros websites recomiendan además consumir productos que no utilicen contaminantes en su proceso de fabricación, utilizar un calefactor de agua sin tanque, de ese modo solo calentará el agua que utiliza en determinado momento, utilizar artefactos ahorradores de energía. Se recomienda además reciclar, reducir y reutilizar todo lo que se pueda.
Incluso cambiando sus hábitos alimenticios las personas pueden hacer la diferencia. El portal Myfootprint.org recomienda comer menos carne, pues de acuerdo a un estudio global se ha estimado que la producción del 18% de todas las emisiones de efecto invernadero, están asociadas al consumo de carne. Además este portal de ecología recomienda seleccionar alimentos que poseean la menor cantidad de empaque para reducir la basura, se debe preferir frutas y verduras de estación, y evitar comprar productos que hayan sido transportados desde otro país o región.
La industria por su parte debe sustituir las tecnologías contaminantes por otras de menor impacto, controlar los efectos de la contaminación producidos por los procesos productivos. Los gobiernos deben cumplir su rol estableciendo las normativas para reducir la contaminación a nivel industrial y controlar que las empresas cumplan con la regulación, participar en las iniciativas regionales y globales para realizar estudios de la contaminación en aire, agua y suelos, y apoyar el desarrollo de sistemas de energía alternativa.