(Boletín Funiber 03 – 2009) La Comisión Europea se plantea ahora establecer sistemas de etiquetado especial que podría plasmarse en una «ecoetiqueta» que permitiría a los consumidores europeos identificar los productos que en su fabricación incorporan prácticas más amigables con el medioambiente y tienen en cuenta el impacto de los materiales sobre el medioambiente durante todo el ciclo de vida del producto. Esta medica podría ayudar a generar mayor conciencia entre los consumidores europeos, permitiéndoles seleccionar mejor sus productos gracias a un etiquetado adecuado.

La industria europea es concebida por la Comisión de las Comunidades Europeas como globalmente competitiva y se considera que sus operaciones contribuyen notablemente al crecimiento y al empleo de la región. Dentro de ese marco, la Comisión busca establer normas que permitan desarrollar los negocios en Europa e integrar la sostenibilidad en esta evolución.Adicionalmente los especialistas encargados de la normatividad europea son concientes que la Unión Europea (UE) depende de las importaciones de recursos naturales, así como de productos que son fabricados en otras partes del mundo, contribuyendo a elevar la demanda sobre determinados productos, y con ello favoreciendo determinados procesos o prácticas de fabricación. Es por ello que los encargados de la Comisión consideran que un adecuado etiquetado de los productos puede favorecer la preferencia por productos que son responsables con el medioambiente.

El Plan de Acción presentadao por la Comisión Europea apunta a dar mayor visibilidad a las características energéticas y medioambientales de los productos y potenciar su utilización por parte de los consumidores, de esta manera se pretende generar mayor demanda por artículos ecológicos, estimulando la demanda de productos y tecnologías de producción más amigables con el entorno. Dentro de esta concepción de la Comisión Europea, se han planteado propuestas para contribuir al desarrollo sostenible mediante el cambio de patrones de consumo y producción con la introducción de la denominada «huella de carbono» de los productos a través de la Etiqueta Ecológica Europea o la Etiqueta de Eficiencia Energética.

Para la Comisión, el desarrollo sostenible consiste en una mejora continua de la calidad de vida y del bienestar de las generaciones presentes y futuras. Por tal razón, frente a cambios cada vez más rápidos que se producen a escala mundial, tanto en los cambios del clima global como el incremento de la demanda energética de las naciones en desarrollo obligan a establecer nuevos sistemas de producción y patrones de consumo que no contribuyan al agotamiento de los recursos naturales y al calentamiento global.

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, puede reducirse en un 30 % la energía utilizada en edificios y generar beneficios económicos netos de aquí al 2030. El Consejo además ha invitado a la Comisión a tomar en cuenta la experiencia de los Estados Miembros para empezar a desarrollar metodologías que permitan el cálculo de la huella de CO2 de los productos, así como para las correspondientes auditorías de organizaciones.

Otras medidas propuestas incluyen la ampliación de la Directiva de Ecodiseño a otros grupos de productos, la extensión de la actual etiqueta de eficiencia energética para electrodomésticos a otra clase de productos, o la introducción en la ecoetiqueta de otros datos ambientales relacionados con el ciclo de vida de los productos.

Fuente:

http://www.ihobe.es/Pags/AP/AP_Noticias/hemeroteca.asp?Cod=12856D30-97AF-42A4-98C6-4F63493471F3&hId=73D5B77A-5692-474D-9C25-D1DB4C0B5CA0&hIdIdioma=c

http://www.economiasolidaria.org/documentos/plan_de_acci%C3%B3n_sobre_consumo_y_producci%C3%B3n_sostenibles_comisi%C3%B3n_europea

http://www.economiasolidaria.org/files/com2008_0397es01.pdf