(Boletín Funiber 05 – 2009) El Presidente americano ha anunciado la revocación de una orden mediante la cual se permitía desarrollar instalaciones de gas y petróleo en el hábitat del oso polar sin ningún tipo de estudio previo. Esta ordenanza fue emitida durante el mandato del ex presidente George W. Bush, tres días antes de entregar el control de la Casa Blanca a Obama, el pasado 20 de enero.

La regulación de diciembre eliminaba el requisito de exámenes especiales de impacto ambiental para cualquier actividad de exploración para la explotación de hidrocarburos que pudiese producir daño a las especies en vías de extinción; sin embargo, los estudios de impacto ambiental son necesarios para asegurar la protección del medio ambiente y de las especies que forman parte del hábitat del lugar.

La apertura de la exploración petrolera marina a partir de 2010 fue anunciada por el anterior mandatario. Según el Gobierno de Bush el plan de apertura permitiría realizar exploraciones sobre una superficie de unos 121 millones de hectáreas. Los estudios para esa apertura habían sido anunciados en julio del año pasado cuando el petróleo bordeaba los 150 dólares por barril en los mercados internacionales.

El secretario del Interior, Ken Salazar afirmó que dicho plan abrió la posibilidad de otorgar contratos de exploración de petróleo y gas natural casi sin consulta a los estados, la industria o la comunidad. Asimismo, el secretario agregó que en los próximos meses el Departamento de Interior se reunirá en Alaska, la costa occidental, la costa atlántica y la del Golfo de México para escuchar las opiniones de los gobernadores, grupos industriales y ambientalistas.

Salazar también refirió que esta revocación asegura que las especies amenazadas y en peligro continúen recibiendo completa protección de la ley, tal es el caso del oso polar, especie amenazada que es especialmente vulnerable al calentamiento global. La revocación implica que cualquier desarrollo gasífero o petrolero en el hábitat del oso polar deberá ser autorizado a través de consultas con el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos.

A raíz del anuncio de regulación, Barry Russell, presidente de la Asociación Independiente del Petróleo de Estados Unidos, dijo que «se trata de una demora innecesaria que retrasará a Estados Unidos en el momento en que el país necesitaba avanzar más». Pese a ser uno de los mayores productores, Estados Unidos importa alrededor de 60% del petróleo que necesita su gigantesco aparato industrial y automotriz.