(Boletín Funiber 07 – 2009)La cumbre del G-8 llevada a cabo en la ciudad italiana de L’aquila ha contemplado temas importantes acerca de cambio climático, economía y política internacional. Tras las reuniones, los países miembros del G-8 llegaron a un acuerdo sobre los diversos problemas que aquejan a todos los pobladores del globo.
El grupo que incluye las siete economías más potentes del planeta más Rusia convino destinar 20.000 millones de dólares -unos 11.700 millones de euros- a los agricultores más pobres del mundo. Sin embargo las organizaciones de ayuda a los países subdesarrollados se mostraron escépticas ante la iniciativa.
Se prevé que los agricultores reciban fondos para estimular su propia producción, en lugar de suministrar alimentos a las regiones castigadas por el hambre y destruir así a los mercados locales. El objetivo es lograr que las comunidades sean más autosuficientes.
El desembolso de los fondos se realizará en los próximos tres años y los principales contribuyentes serán Estados Unidos -3.500 millones de dólares- y Japón -otros 3.000 millones de dólares adicionales-.
Otro de los temas de interés de la Cumbre fue el compromiso acerca del cambio climático, que contempla una reducción de las emisiones de CO2 en un 50 por ciento en todo el globo, y en al menos un 80 por ciento para los países desarrollados. Sin embargo, el cambio climático ha sido el principal asunto de desacuerdo en la cumbre del G-8, donde tanto China como India han mostrado sus recelos ante las propuestas planteadas por la presidencia italiana. La principal cuestión de desacuerdo es el de la reducción de la emisión de gases contaminantes.
Países como China e India no se sienten vinculados al acuerdo sobre las emisiones de gases tóxicos. Para el Gobierno de Pekín, según el secretario de Relaciones Exteriores Ma Douxo, es necesario que los países desarrollados tomen en consideración «las diversas condiciones» de los países en vías de desarrollo y los llamados emergentes que forman el G5 (México, Brasil, China, India y Sudáfrica).
Asimismo,el diplomático dijo que su país está comprometido a afrontar el fenómeno del cambio climático de acuerdo a lo pactado en el Protocolo de Kyoto y con la hoja de ruta de Bali; además, mencionó que a China le queda un largo camino en la industrialización, urbanización y modernización.
Aún así durante la cumbre se logró unidad para desarrollar estrategias contra el hambre, el cambio climático, la proliferación nuclear y para impulsar la liberalización del comercio mundial.