(Boletín Funiber 04 – 2009) La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha manifestado que cada año mueren dos millones de personas a causa de la contaminación del aire, que provoca problemas respiratorios y cardiacos, infecciones pulmonares y cáncer, además de bloquear el transporte de oxígeno en la sangre produciendo anemia.
Pero la calidad del aire que respiramos no sólo es importante para la salud humana sino también para cuestiones decisivas como el clima, los cultivos, los desastres naturales y el cambio climático. Junto al daño a la salud humana, la mala calidad del aire afecta también a la economía mundial, la seguridad alimenticia , los recursos hídricos y el desarrollo sostenible (al dañar plantas, cultivos y ecosistemas).
La contaminación del aire está alcanzando niveles preocupantes en grandes ciudades de Asia y Sudamérica. En Asia, numerosas ciudades, como, Nueva Delhi, Katmandú, Shanghai, Pekín sobrepasan todos los límites en materia de contaminación por partículas. Éstas son emitidas por la combustión de madera, carbón y diésel no filtrado y figuran entre las fuentes más peligrosas de contaminación atmosférica derivada de la industria, el transporte, la calefacción individual y las centrales eléctricas viejas que funcionan con carbón o petróleo. La contaminación por partículas también afecta Bogotá, Santiago de Chile, y Lima.
En la capital peruana, el uso excesivo del automóvil provoca un alto grado de contaminación del aire, a esto se suma que muchos vehículos se encuentran en mal estado y despiden gran número de contaminantes que afectan directamente a la salud de las personas. De tales conclusiones se ha manifestado la Ministra de Comercio Exterior y turismo del Perú, Mercedes Aráoz, indicando que se multará a los propietarios de vehículos que emitan gases tóxicos, además de retirar vehículos obsoletos que contaminan el ambiente.