(Boletín Funiber 12 – 2008) Un estudio realizado por la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido, concluye que la actividad humana es la causante del incremento de temperaturas en el Ártico y la Antártida, contradiciendo directamente otras teorías en las que se afirma que el aumento de temperatura se debe a causas naturales como el incremento de la intensidad solar.

El trabajo de investigación realizado por la Universidad de East Anglia, ha sido publicado en la revista «Nature Geoscience». El estudio llega a la conclusión que el calentamiento de los polos y el dramático deshielo que se ha iniciado en el Ártico y la Antártida, son causados directamente por la actividad humana.

En el 2007, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de la ONU, presentó pruebas científicas en las que se indicaba que el calentamiento global del planeta tiene su origen en la actividades humanas, pero sin embargo no habían pruebas contundentes que demostrasen que el calentamiento de los Polos se podía atribuir a la misma causa. Este vacío en las investigaciones queda resuelto en este informe,  al presentar un detallado análisis de las variaciones de temperatura en ambos polos.

Preocupante deshielo

El equipo de investigadores determinó, tras estudiar los cambios de temperatura en las regiones polares y compararlos con dos modelos climáticos, que la aceleración en el proceso de deshielo en el Ártico durante la época estival es originada, en gran parte, por fenómenos que tienen su origen en los contaminantes generados a partir de actividades humanas como el uso de combustibles fósiles o consumo de productos que generan el deterioro de la capa de ozono.

El investigador Peter Scott, en declaraciones a la BBC, manifestó «No podemos continuar manteniendo que estos profundos cambios, visibles en nuestro orden climático, se deben a causas naturales», y resaltó que la importancia de este estudio radica en que «nunca antes se había realizado un análisis de estas dimensiones».

El director del departamento de investigación climática de la Universidad de East Anglia, Phil Jones, respaldó las observaciones de Scott e indicó «reo que mucha gente, incluidos algunos políticos, se resisten a aceptar esta evidencia o a hacer algo por ello, al menos hasta que concretemos que la acción humana es la causante de un suceso concreto, como una ola de calor o unas inundaciones en particular». El científico advirtió además que hasta que no se determine que la acción humana es causante de muchos sucesos a pequeña escala muchas personas dudarán de esta tesis.

Fuente: www.ambientum.com (03-11-08).