El metabolismo energético cerebral deteriorado es una característica propia del Alzheimer que condiciona el desarrollo y progresión de la enfermedad. Dentro de este contexto, el sistema de creatina emerge como un objetivo terapéutico prometedor. La creatina, una molécula esencial para el suministro de energía, juega un papel crucial en órganos de alta demanda energética como el cerebro. Su suplementación mediante monohidrato de creatina ha demostrado ser efectiva para aumentar las reservas de creatina en el cerebro, lo que podría ofrecer una estrategia terapéutica rentable para abordar el deterioro energético cerebral asociado al Alzheimer.
La creatina y su impacto en el cerebro
La suplementación con monohidrato de creatina ha mostrado resultados alentadores en estudios preclínicos. En modelos animales con Alzheimer, se observó una mejora en la función cognitiva, el metabolismo energético cerebral y una reducción de biomarcadores patológicos como la beta amiloide y la tau fosforilada. Sin embargo, hasta ahora no se habían realizado ensayos clínicos en humanos para evaluar la viabilidad y los efectos del monohidrato de creatin como terapia adyuvante en pacientes con Alzheimer.
El ensayo piloto CABA (Creativa para Aumentar la Bioenergética en la Enfermedad de Alzheimer), llevado a cabo en el Centro Médico de la Universidad de Kansas, investigó la viabilidad y eficacia preliminar de la suplementación con 20 g/día de monohidrato de creatina durante 8 semanas en pacientes con Alzheimer. Este estudio es pionero en evaluar el impacto del monohidrato de creatina en humanos con esta enfermedad, arrojando resultados prometedores tanto en la tolerancia como en los beneficios cognitivos.
Resultados del ensayo piloto CABA
El ensayo demostró que la suplementación con monohidrato de creatina es viable y bien tolerada. Aunque algunos participantes reportaron calambres musculares, estos síntomas desaparecieron en las primeras semanas, confirmando el buen perfil de seguridad del monohidrato de creatina.
Además, se observaron aumentos significativos en los niveles de creatina cerebral en el 85% de los participantes, con un incremento promedio del 11%. Este aumento, aunque variable entre individuos, sugiere que la suplementación con monohidrato de creatina puede mejorar la bioenergética cerebral en pacientes con Alzheimer. En cuanto a la cognición, los participantes mostraron mejoras en dominios clave como la memoria y la función ejecutiva, áreas comúnmente afectadas por la enfermedad.
Implicaciones y próximos pasos
Aunque los resultados del ensayo CABA son preliminares, proporcionan una base sólida para futuros estudios a mayor escala. Los hallazgos sugieren que el monohidrato de creatina podría ser una intervención bioenergética prometedora para mejorar la función cognitiva y mitigar los efectos del Alzheimer al mejorar la función cognitiva y proteger las células cerebrales. Sin embargo, se requiere más investigación para confirmar estos beneficios y explorar los mecanismos subyacentes, como la relación entre la creatina libre y la fosforilada en el cerebro.
Si se confirma la eficacia del monohidrato de creatina en ensayos clínicos más amplios, las implicaciones para la salud pública serían significativas. La suplementación con monohidrato de creatina, además de ser rentable, podría ofrecer una opción terapéutica segura y accesible para abordar una enfermedad cuya prevalencia sigue en aumento.
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Fuente: Ensayo piloto CABA: Creatina para Aumentar la Bioenergética en la Enfermedad de Alzheimer