Según un estudio publicado por Neurology, los pacientes con hepatitis B o hepatitis C son más propensos a desarrollar la enfermedad de Parkinson
Hoy martes, 11 de abril, se conmemora el Día Mundial del Parkinson, la segunda patología neurodegenerativa más frecuente tras el Alzheimer y uno de los trastornos del movimiento más comunes.
El Parkinson no es una enfermedad exclusiva de las personas mayores, porque de los 10.000 nuevos casos que se diagnostican cada año, 1.500 corresponden a personas de entre 30 y 50 años. Según Javier Pagonabarraga, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología, señala que los síntomas previos a Parkinson pueden desarrollarse hasta 10 años antes
Si bien a día de hoy se desconocen las causas que provocan la patología, existen especialistas que siguen buscando indicios científicos para conocer cómo se presenta la enfermedad. En este caso se ha desarrollado un estudio en Reino Unido que ha encontrado relación entre el padecimiento de hepatitis con el desarrollo del mal de Parkinson.
Investigación
Investigadores de la Universidad de Oxford en Reino Unido señalan que aquellos pacientes que se han infectado con hepatitis B o C tienen entre 51% y 76% más de probabilidades de desarrollar Parkinson, en comparación con las personas que nunca han sufrido una infección en el hígado.
Para este estudio, los investigadores utilizaron historias clínicas de pacientes ambulatorios y hospitalizados que figuran en la base de datos nacional del Hospital Episode Statistics para relacionarlos a los datos de mortalidad. Es así que llevaron a cabo un estudio retrospectivo de cohortes entre 1999 y 2011.
Formaron cohortes de pacientes, dividiéndolos por tipo de afección: hepatitis B (21.633 individuos), hepatitis C (48.428), hepatitis autoinmunitaria (6.225), hepatitis activa crónica (4.234), y virus de inmunodeficiencia humana (19.870) para generar un cálculo del ratio de riesgo (RR) con base en los números esperados y observados de casos de enfermedad de Parkinson.
Los investigadores encontraron que el RR estandarizado de enfermedad de Parkinson después de hepatitis B fue de 1,76, mientras que el RR de la enfermedad de Parkinson después de hepatitis C fue de 1,51, corroborando que los valores son estadísticamente significativos.
No se registró ningún incremento estadísticamente significativo en las tasas de enfermedad de Parkinson en las cohortes de hepatitis autoinmunitaria, hepatitis crónica activa, o infección por virus de inmunodeficiencia humana.
La Dra. Julia Pakpoor de la Unidad de Epidemiología de Atención a la Salud, en el Departamento de Salud de la Población de Nuffield (Universidad de Oxford) lideró esta investigación y expresó que esperan que este trabajo contribuya a que en el futuro los neurólogos cuenten con una mejor comprensión sobre las causas de la enfermedad de Parkinson.
FUNIBER difunde este y otro tipo de estudios que permita a la comunidad científica del área de Salud reflexionar y ahondar más sobre investigaciones de esta índole.
Fuente: La infección con la hepatitis podría aumentar el riesgo de enfermedad de Parkinson
Cada año se diagnostican 10.000 nuevos casos de Parkinson
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