Para llegar a los 90 años se requiere de una buena genética y actitud positiva

España es el segundo país más longevo de Europa, con casi 400 mil personas mayores de 90 años, y se pronostica que para el año 2050 la cifra se multiplicaría por cuatro. De acuerdo al Dr. Jose López Trigo, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), “el peso de los nonagenarios en nuestra sociedad irá creciendo exponencialmente”. El especialista considera que para superar las nueve décadas de edad, los genes aportan un 60% en el proceso de envejecimiento y el resto depende de factores ambientales, por esa razón es recomendable mantener buenos hábitos.

Para lograr una larga vida no solo es necesario mantener una buena alimentación y hacer ejercicio, mantener una actitud positiva también es clave. Eduardo Rovira, Presidente de la Fundación Edad y Vida, informa que las personas depresivas tienen un riesgo de mortalidad 1,5 veces mayor que el promedio, mientras que los optimistas tienen más posibilidades de sobrevivir a un infarto de miocardio y recuperarse más rápidamente de una enfermedad coronaria en comparación con los pesimistas. La depresión, el pesimismo y los sentimientos de soledad son factores que permiten predecir enfermedades, mortalidad y suicidio.

Mantener relaciones sociales y familiares saludables ayudaría a llevar un buen envejecimiento. «En Japón se ha demostrado que las personas mayores que afirman carecer de contactos sociales fueron 1,5 veces más propensas a fallecer en los tres años siguientes que las que tenían más apoyo social”, indica Rovira.

Mantener una visión optimista del envejecimiento podría ayudar a darle vida a los años. Un estudio realizado en Ohio entre 1975 y el 2002 reveló que las personas que mantenían una imagen más positiva del envejecimiento vivían en promedio siete años y medio más que aquellos que no esperaban nada de la vejez, indica Rovira.

La actividad física es clave. Los especialistas coinciden en resaltar que una vida pasiva puede acelerar el envejecimiento. mantener una rutina de actividad física moderada retrasa el envejecimiento y reduce el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca.

Mantenerse activo intelectualmente también resulta importante, un estudio publicado en el British Medical Journal indica que “los trabajadores que se jubilaban a los 55 años tenían una tasa de mortalidad 37% superior a la de quienes se jubilaban a los 65”.

Fuente: http://segg.es/info_prensa.asp?pag=1&cod=328
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