Las personas mayores sufren de maltrato en Latinoamérica. Investigadores chilenos realizaron dos estudios para identificar las formas de violencia que afectan a los ancianos en su país y los resultados revelan que las personas ancianas reciben maltrato por parte de sus cuidadores, de sus hijos, y perciben que hay muchos peligros, principalmente en el sistema de transporte y salud.
Gracias a un trabajo coordinado entre el Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLASCSO Chile) se realizaron los estudios: “El Maltrato hacia las Personas Mayores en la Región Metropolitana, Chile. Investigación cualitativa en vejez y envejecimiento” y “Maltrato a las Personas Mayores en Chile. Haciendo visible lo invisible”.
Gracias a estos estudios se pudo identificar el contexto en el que se producen distintos tipos de maltrato a ancianos y profundizar en la dinámica bajo la que se desarrolla la agresión. Los investigadores estudiaron las dinámicas familiares, comunitarias y sociales en los que se desarrollaban distintos tipos de violencia: maltrato físico, psicológico, negligencia, abandono, abuso económico, sexual y maltrato estructural o societal. Gracias a los datos obtenidos se pudo identificar los aspectos sociales, económicos y culturales involucrados en el problema.
Los investigadores revelaron que se identificaron dos tipos de violencia: la violencia visible y la invisible. Se indicó que la violencia invisible es aquella que es difícil de identificar porque es percibido como «vida normal» por las víctimas. Cuentan como ejemplos de violencia invisible el maltrato que ejercen los cuidadores de personas mayores, y la apropiación de bienes por parte de los hijos o hijas.
Las personas encuestadas indicaron que el transporte público y el sistema de salud se perciben como los espacios más hostiles hacia los ancianos. Se indicó que el interior de los buses les resulta incómodo y las plataformas de las paradas de los buses son inadecuadas. En general, los ancianos percibían al transporte público como una forma más de maltrato.
Se identificó además que la mayor parte de participantes eran mujeres, madres y abuelas, planteándose con esta situación la necesidad de hacer más estudios para comprender la ruptura generacional.
Nuevas políticas
Los investigadores reconocieron que es necesario establecer una serie de medidas para responder a la dura realidad que enfrentan los ancianos.
Los investigadores reconocieron la necesidad de realizar nuevos estudios interdisciplinarios, que abarquen tanto el maltrato a nivel general, como cada uno de los tipos de maltrato identificados.
Se requiere articular las actividades de organizaciones a nivel regional, para prevenir el maltrato en ancianos, iniciando el trabajo con grupos de adultos mayores y extendiendo el trabajo hacia los grupos involucrados con esa población.
Adicionalmente se reconoció la necesidad de formar personal que sea capaz de identificar las situaciones de maltrato y actuar para prevenir todo tipo de agresión hacia los ancianos. Con este grupo de profesionales se buscaría actuar de inmediato en los sectores de salud y transporte.
Fuente: : http://www.senama.cl/n4635_10-03-2014.html
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