Un equipo de trabajo del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps), ha descubierto que el colesterol empeora los síntomas de la enfermedad de Alzheimer y actúa como un agente que acelera el desarrollo de la enfermedad. Los especialistas indican que el colesterol refuerza los procesos de neuroinflamación y neurodegeneración, generando deterioro cognitivo. Adicionalmente, en este estudio se descubrió que intervenir de forma específica en la defensa antioxidante mitocondrial, permite eliminar las consecuencias patológicas del Alzheimer. El trabajo fue publicado por la revista Human Molecular Genetics.
En experimentos con ratones que sobreexpresan la proteína SREBP-2, un factor de transcripción que induce la expresión de proteínas relacionadas con la síntesis y captación celular de colesterol, se descubrió que además de incrementarse la acumulación de proteína beta amiloide en estos animales, también aparecían neurofilamentos de proteína TAU, de forma similar al proceso que ocurre en humanos.
Los investigadores indican que la hiperfosforilación de la proteína TAU es una condición necesaria, pero no suficiente, para el desarrollo de los trastornos cognitivos en Alzheimer, por tanto, el colesterol interviene como otro de los factores principales en el desarrollo del deterioro cognitivo asociado a esta enfermedad.
Isabel Barbero, José Carlos Fernández-Checa y Anna Colell, especialistas a cargo de esta investigación, utilizaron también ester de glutatión como una forma de recuperar los niveles de glutatión mitocondrial que se reduce por acción del colesterol. Al aplicar esta estrategia se pudo comprobar que se redujo significativamente la actividad de diferentes cinasas involucradas en la fosforilación anómala de TAU, como en los niveles agregados de proteína. Con este método se logró reducir los depósitos de proteína beta amiloide y una mejora de la degeneración sináptica.
Los resultados obtenidos han permitido identificar al ester de glutatión como una herramienta para reducir los efectos del Alzheimer. Ahora se plantea la necesidad de trabajar con grupos de investigación para abordar este tipo de estudios orientados a humanos.