La Msc. Dra. Benita Martínez Corona, Máster en Investigación en aterosclerosis, considera que el número de mujeres que está alcanzando el periodo del climaterio está creciendo de forma significativa a nivel mundial, por tanto se hace necesario investigar los hábitos alimenticios de este grupo de la población para evitar complicaciones durante o después de la menopausia. La dieta, de acuerdo a la especialista, es un factor muy importante a tener en cuenta durante el tratamiento de dichas mujeres.
Martínez, indica que numerosos estudios señalan una relación entre la dieta y los riesgos aterogénicos que se manifiestan en la mujer durante el climaterio. Los cambios hormonales y metabólicos posteriores a la menopausia alteran el organismo de la paciente, presentándose en ocasiones asociada a enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y otras similares.
En este contexto, el exceso de comidas chatarras, comidas fritas, la pobre ingestión de frutas y verduras, puede derivar en la alteración de los lípidos séricos, así como en los glúcidos, los cuales a su vez aumentan el riesgo de padecer cardiopatía isquémica en este grupo de mujeres que pasa por la menopausia.
Las pacientes sometidas a estudio manifestaron la presencia de dolores articulares, disminución de la líbido, depresión, intranquilidad, insomnio, sofocos. Tras la evaluación se identificó que en las pacientes hay una elevada asociación de los síntomas aterogénicos y la aparición o descompensación de enfermedades crónicas. Las pacientes no solían asistir a consultas especializadas y por tanto tenían malos hábitos en relación con la frecuencia de comidas y la forma que se debía preparar o ingerir los alimentos. Por otro lado, muchas de ellas tenían poca orientación nutricional en las consultas de menopausia, enfocándose solo en el tratamiento hormonal.