Un estudio realizado por el departamento de Ciencias de la Salud Mental, del University College de  Londres, identificó que por lo menos el 33,7% de los profesionales de la salud habían detectado alguna vez casos de abuso de ancianos en el último año, y solo la mitad de esos hayazgos fueron reportados en forma adecuada. Además se identificó que cuando se impartieron cursos cara a cara a los profesionales de la salud se obtuvieron mejores resultados que en los casos en los que solo se les proporcionó información escrita sobre el problema.
Los investigadores realizaron más de 5000 encuestas entre profesionales de la salud, y tomaron encuenta la información de nueve análisis de informes de abuso presentadas a las autoridades y dos estudios de intervención. A partir de los datos recopilados se identificaron las cifras arrriba indicadas, además cuando se restringió el análisis de datos exclusivamente a médicos la tasa de maltratos identificadas por galenos se incrementó a un 39,9%. Aquellos profesionales que recibieron entrenamiento para detectar el abuso en ancianos no fueron más eficientes al detectar los abusos que los profesionales que carecían de entrenamiento específico, pero si tuvieron una mayor predisposición para informar los abusos en caso de detectarlos.

Los profesionales recomiendan  incrementar las intervenciones que permitan detectar el maltrato en ancianos y resolver las preocupaciones de los profesionales acerca del impacto de la denuncia en la relación terapéutica y las consecuencias legales para el denunciante.