Especialistas aseguran que el uso de antipsicóticos en tratamientos de larga duración para controlar el Alzheimer conducen a un mayor índice de mortalidad. Hasta ahora era conocido que se tenía un índice más elevado de muertes en pacientes que recibieron antipsicóticos por doce semanas, como parte de su tratamiento para controlar el Alzheimer. Frente a estos datos, un equipo de científicos decidió analizar cómo afectaba la salud de los pacientes el suministro de antipsicóticos durante tratamientos largos, y se descubrió que con este tipo de tratamientos, tras 24 meses, solo sobrevivía el 46% de los pacientes y en tratamientos de 36 meses solo sobrevivía el 30% de los pacientes.

El estudio involucró a pacientes que recibían antipsicóticos como parte del tratamiento para combatir el alzheimer. Se separaron a los pacientes en dos grupos, cada uno con casi 83 integrantes para conformar el grupo de intervención y el grupo que recibiría un placebo. Los pacientes recibían risperidona o trifluoperacita en dosis de entre 0,5 y 2mg diarios, clorpromacina en dosis de entre 12,5 y 50mg, y el haloperidol en dosis entre 0,75 y 3 mg diarios.

Al analizar la tasa de muertos entre los dos grupos de estudio, transcurridos 12 meses, los especialistas determinaron que no había una diferencia significativa entre ambos grupos. Pero al analizar las cifras a los 24 y 36 meses se encontraron diferencias relevantes. Los investigadores indicaron que a los 24 meses logró sobrevivir solo el 46% de los pacientes que recibieron antipsicóticos, mientras que en el grupo que recibió el placebo sobrevivieron el 71% de los pacientes. Al analizar los datos a los 36 meses se pudo identificar que solo sobrevivió el 30% de los pacientes tratados, mientras que en el grupo de pacientes que recibió el placebo sobrevivió el 59% de los pacientes.

El Dr. Calvin Hirsch, del Centro Médico de la Universidad de California, propone algunas observaciones a este estudio. El especialista indica que los problemas de conducta de los pacientes con Alzheimer contribuyen a la prescripción de antipsicóticos, y resalta que algunos estudios informan que el porcentaje de pacientes de Alzheimer tratados con estos medicamentos puede oscilar entre el 21 y 44%, pero manifiesta que «lo concreto es que no hay certeza sobre la real eficacia de los antipsicóticos para el tratamiento de las conductas perjudiciales» y destaca que este tipo de tratamientos muestra ventajas más bien limitadas.

Hirsch manifiesta que en casos de psicosis y agresividad los pacientes pueden responder a tratamientos con antipsicóticos, pero la inquietud y tendencia al vagabundeo tienden a empeorar. El especialista recomienda solo utilizar antipsicóticos cuando las intervenciones conductuales no resulten efectivas. Además el investigador recomienda evaluar cada caso en forma particular, iniciar el tratamiento con dosis muy bajas de antipsicóticos y evaluar los efectos adversos que evidencie el paciente. Además se hace necesario mantener un control de rutina para medir la efectividad del tratamiento y vigilar la reaparición de conductas no deseables al retirar de forma paulatina el suministro de medicamento.