El conflicto surge naturalmente en todo tipo de organización social, y la empresa no es ajena al enfrentamiento de intereses. Como solución a este problema surge la mediación, una disciplina que busca comprender el comportamiento humano para crear un ambiente de armonía al interior de las organizaciones.
Actualmente la mediación se está extendiendo entre las organizaciones y surgen cada vez más cursos de formación en esta materia en diversas Escuelas de Psicología Social.
El conflicto en la organización puede surgir en múltiples niveles, desde las situaciones más simples, hasta situaciones muy complejas, en las que podrían intervenir incluso actores de distintas organizaciones.
En el trabajo de mediación se abordan distintas ópticas. Sara Cobb propone una estrategia en la que no se procura «ordenar» a las partes en conflicto, desde su óptica, se trata de obtener algunos acuerdos mínimos que le permitan a las partes obtener ciertos recursos que les permitan solucionar sus conflictos.
El conflicto está siempre latente, pero el problema no es el conflicto en sí mismo sino las creencias de la persona, aquellas creencias que uno está dispuesto a defender.
E. de Bono indica que » El conflicto surge cuando un sistema de creencias cree que los valores que de el se desprenden deben ser aplicados en todas partes y adopta como misión hacer que esto suceda». Bajo este esquema el conflicto se transforma solo en una puerta hacia algo mucho más grande, a un sistema de creencias y plantear una solución implica la búsqueda de los mecanismos que permitan desarticular estructuras de creencias que tienen fuertes raíces culturales y organizacionales.
La mediación se transforma así en una herramienta que nos invita a una exploración interior para lograr un equilibrio tanto a nivel personal como en la organización.