Sin duda más difícil que conseguir el éxito es mantenerlo. Muchas empresas nacen, crecen, y mueren poco después. Es difícil encontrar empresas que rebasen los 100 años como Coca Cola, Ford, Corn Flakes, Nestlé. Empresas que nunca dejaron de progresar de la mano de la innovación, que cuidan de la imagen y credibilidad del negocio.

Ahora, si las empresas que sobrepasan los 100 años resultan un ejemplo para los empresarios, podríamos preguntarnos ¿cómo lo lograron las empresas milenarias?. Al contrario de lo que se lee en los libros y observando en el mundo de las empresas, estas compañías tienen métodos muy específicos. Para los propietarios del hotel Nisiyama Osen Keiunkan, fundado en el año 705, el secreto radica en mantener al negocio dentro de la familia, como si fuera un hijo y no una inversión. Como parte de esta actitud, lo más importante es mantener el negocio siempre rentable. De esta forma el negocio siempre se tornará atractivo para las próximas generaciones, para que puedan dar continuidad al negocio. No es de extrañar que hoy en día el hotel sea dirigido por el descendiente de la generación número 51 de la familia.

Otro consejo importante lo proporcionan los japoneses de la constructora Kongo Gumi, fundada en el año 578, empresa en la que se mantiene el lema «si el mercado llora, entonces venda pañuelos», es decir, sea flexible y permanezca atento a lo que ocurre a su alrededor. A lo largo de la segunda guerra mundial, la empresa abandonó la construcción de templos budistas, para dedicar sus esfuerzos a la venta de ataúdes, que era más adecuado para la época y esa estrategia permitió que la empresa vuelva a tener beneficios.

Un factor que pasan por alto muchas empresas, pero que hace una gran diferencia en el éxito de una empresa radica en considerar aquello que «es esencial para las personas». Es decir, considerar los productos que las personas ya utilizan o van a utilizar. Los productos tales como cuchillas de afeitar, agua, gas y otros similares, siempre serán una necesidad para personas en todo el planeta, por tanto si la empresa es bien administrada las ganancias están aseguradas.

La empresa Staffelter Hof, fundada en el año 862 es la casa de vinos más antigua del mundo, ya son 1.150 años vendiendo un producto que, por cuestiones culturales, siempre tendrá un mercado cautivo: el de los vinos.

El fanatismo por el crecimiento acelerado de la enorme exposición publicitaria, no hace parte de la estrategia de las empresa milenarias. Warren Buffet, uno de los mayores inversores de la historia mantiene una regla bastante coherente. Como él suele invertir en acciones de largo plazo, también compra acciones cuyos productos serán siempre imprescindibles. Para tener una empresa longeva, es necesario por encima de todo, no temer al mercado, y siempre que sea posible se debe mantener las tradiciones de la empresa, pues eso es lo que enfatiza la credibilidad y la confianza en la organización.