Con cada año que pasa se desvanece nuestra creatividad, pero en realidad, lo que debería ocurrir es lo contrario. Con nuestra acumulación de experiencias e información, deberíamos tener el conocimiento suficiente para crear más. En el mundo real, lo que pasa es que cuanto más experiencia acumulamos menos creativo nos volvemos. Una encuesta realizada por la NASA para la selección de los científicos e ingenieros busca innovadoras características personales, con el tiempo se revela la disminución de la creatividad a través de los años. Pero esto no es debido a la edad, la reducción de nuestra creatividad se produce por los limitadores mentales que creamos en nuestra vida.
Roger von Oech, consultor de creatividad en Silicon Valley, cuenta una historia en su libro «Un golpe en la nuca» (Um Toc na Cuca) que nos hace reflexionar un poco sobre este tema. Oech relata que durante una de sus clases para jóvenes de secundaria, aplicó la siguiente prueba a sus alumnos: Durante la clase el profesor hizo una marca con la tiza en el pizarrón y le preguntó a los alumnos: ¿qué es esto?. Pronto, un estudiante corre el riesgo, y responde: » Es una marca de tiza en el pizarrón» Los otros estudiantes se echaron a reír y se sintieron aliviados, pues la respuesta era obvia. Pronto el maestro interrumpe y dice: «Tú eres genial! En una clase de kindergarten He aplicado la misma prueba y me trajeron más de cincuenta respuestas diferentes:. Los ojos de un búho, un insecto aplastado, una flor y así sucesivamente »
Esta historia refuerza la idea de que algunos educadores dicen que los niños entran a la escuela como «signos de interrogación» y dejan la escuela como «clichés». El mundo de los niños tiene algo que individualmente podrían hacerlos ricos: su creatividad.
Estimular su mente con información positiva, adoptando actitudes flexibles y darse cuenta de nuestra vida y nuestras relaciones como son como aulas grandes y productivas, la inmovilización establecida en las escuelas puede ser revertida. Sin creatividad, una compañía no prevé que los mercados, no detecta oportunidades y tiende a ir por detrás, porque el mercado es muy flexible y el nivel de creatividad de las empresas va en aumento.