Hoy en día, vivimos en un mundo donde solo un clic podemos saber todo lo que está a nuestro alrededor, la globalización hace explícita la idea de unión y socialización entre las personas, pero lo que en realidad sucede es todo lo contrario, la gente es cada vez más individualista. Tanto es así que para una campaña de marketing cada vez es más frecuente seleccionar al público objetivo y pasar a brindar lo máximo de exclusividad y flexibilidad.

Un estudio patrocinado por trendwatching.com muestra que los consumidores están cada vez menos interesados en comprometerse con una marca, por tanto la forma más efectiva de mantener a los clientes leales a la empresa radica en darle a los consumidores la posibilidad de elegir. En Brasil, esto ocurre con las redes de telefonía. Debido al alto nivel de quejas de hoy, los clientes pueden migrar de una empresa a otra, sin costo, por lo que la lealtad del cliente está vinculada sólo a lo que es mejor para él. Esto obligó a las empresas a trabajar más duro para crear valor para el cliente individual, la creación de numerosas opciones para que el cliente elija la empresa de telefonía que más le conviene y que no tenga la necesidad de sustituir el servicio por otro.

En un mundo donde el individuo es cada vez más relevante que la sociedad que le rodea, las empresas que se adhieren al estilo flexlife, tienden a fortalecer su posicionamiento en el mercado. Este cambio de comportamiento se refiere al concepto de la acumulación de experiencias y cambios en el umbral de lo que se considera de lujo. «En el futuro, la tendencia es que el lujo estará cada vez más ligado a la idea de flexibilidad, con  consumidores que pueden elegir libremente las opciones que quieren cuando lo quieren. Esta libertad es más cara hoy en día, como en el caso de las compañías aéreas, que cambian el precio de los boletos de acuerdo al horario. Cambiar de opinión es más caro y la tendencia es que eso cambie «, dice Luciana Stein, Directora de Trendwatching en América Latina, en una entrevista  para Mundo do marketing.

El consumidor recibe información de un producto con gran velocidad y esto hace que el consumidor sea cada vez más exigente. Esta situación obliga a las empresas a adaptarse al estilo de vida del cliente, ya que incluso si una empresa fabrica hoy algo novedoso, mañana será obsoleto. En cuanto a la gente,  que una empresa pueda ofrecer más opciones  a sus consumidores, significará más dinero para la empresa.