Hoy en día vivimos en la era de Internet y las redes sociales. Mucha información nos llega cada momento. El sociólogo español que viven en los Estados Unidos, Manuel Castells, considera que vivimos en una sociedad en red, y eso gracias a la cobertura de Internet. Tenemos que acostumbrarnos a que la presencia y el uso de Internet es cada vez más relevante en todas las facetas de la vida. La política no se será excluída de la red, y no se informará de política sólo por los anuncios y los debates en la televisión y los periódicos, porque cada vez más se incorpora un alto flujo de mensajes y acciones a través de Internet y redes sociales como Twitter, Facebook, entre otros, sin dejar de lado los blogs.

Estos mensajes son al mismo tiempo propaganda, los debates (intercambio de puntos de vista), los mensajes plantados y todo lo que pueda pensar de lo bueno y malo sucede y sucederá aún más en el Internet ya que estos medios de comunicación está ganando importancia en el debate político. En Brasil la ley electoral ha intentado legislar el uso de Internet con fines electorales. Sabemos que es una tarea hercúlea y de dudoso éxito.

El Internet es un vehículo casi democrático. Democrático, porque mucha gente (me refiero a millones) pueden publicar sus comentarios, opiniones y críticas. Cualquier persona puede iniciar un debate, grupos de discusión o campaña a favor o en contra de un político. Es accesible para muchas personas, pero no para todos. Por lo tanto, es casi democrática.

Sin embargo, yo no soy tan optimista que esta nueva etapa de la vida política con el uso de la Internet dará lugar a una mayor selectividad de los candidatos. Los candidatos son muy astutos y saben muy bien manejar estas nuevas herramientas, incluidas las redes sociales. Ellos están por delante del público en general y saben cómo manipular a la población. Prueba de ello es cada escándalo que se presenta, así Arruda actualmente en la cárcel por un escándalo sale a decir, con bombos y platillos que ahora hay esperanza, que el país será diferente y que es el principio del fin de la corrupción … pero Arruda renunció al cargo de senador para no ser sometido a juicio político en el escándalo de la comisión del Senado.

Tales declaraciones no son sólo posturas, es la estrategia reflexiva para que el pueblo baje la guardia con la esperanza de que todo va a cambiar. Debemos ser muy cuidadosos y no bajar la guardia, entonces! Se necesita entender que este es el juego. La corrupción es endémica y, por tanto, tiene fuertes raíces en la ética política brasileña. La política brasileña en su génesis en la época colonial e incluso el Imperio, no estaba acostumbrado a las seguir reglas.

Ellos, como los señores locales, concentraron varias funciones en una sola persona. Nuestra historia colonial dio paso a la feudal. La concesión de tierras, como se conoce en Brasil es un ejemplo de corrupción. Por lo tanto, nuestros políticos se incubaron en los privilegios, sin ley (porque estaban por encima de la ley) y la herencia (no hay meritocracia).

Claro que este intervalo ocurre la Revolución Francesa y pone fin a estos privilegios, estableciendo los ideales de igualdad, fraternidad y libertad, y cientos de pensadores y políticos forjaron un nuevo estado y la nueva legislación. Sin embargo, nuestra clase política y judicial, incluso, en parte, herederos de los privilegios y las concesiones de tierra colonial, se resiste a abandonar las viejas prácticas y no ven el estado y la administración del Estado, como un bien público. En su lugar, procuran que el estado sirva a sus intereses y se ponga a su servicio. La certeza de la impunidad es tan grande que los políticos no se molestan en desarrollar una buena explicación al hecho de recibir dinero o privilegios desmedidos.

Esta es la vida política brasileña, como es, por desgracia. No es bueno que pensamos que esto cambiará y que llegará un día en el que se maneje todo con más ética, porque eso es exactamente lo que los políticos quieren, que tengamos esperanza e ilusión. Ellos son muy conscientes de que los brasileños viven muy bien con la promesa, la esperanza y la ilusión. Estas son sus armas preferidas. Por lo tanto, el uso de la Internet es más una ilusión para los que piensan que más transparencia y más democracia. Lo que queda es sólo nuestra vigilancia y nuestro voto.  Estas son nuestras armas.

http://blogs.funiber.org/direcao-empresarial-rsc/2010/10/29/politica-internet-e-ilusoes/