Ejercicios durante el embarazo previenen la hipertensión

Estudio indica que la práctica de actividad física en el inicio del embarazo puede evitar el riesgo de enfermedades para la madre y para el feto.

Más del 10% de las embarazadas desarrollan algún tipo de hipertensión. Los valores varían dependiendo de los países o grupos sociales analizados, pero es cierto que los índices elevados de presión sanguínea pueden provocar la muerte de la madre o del feto. Conocida como hipertensión gestacional, esta situación puede ocurrir desde la vigésima semana de embarazo en mujeres que no presentan ningún caso anterior de hipertensión.

No hay consenso acerca de la causa de la hipertensión gestacional, pero algunos factores de riesgo pueden colaborar como por ejemplo, la obesidad. Estudios ya mostraron evidencias que sugieren que las mujeres que participan en actividades físicas regulares tienen riesgos reducidos de desarrollar la hipertensión durante el embarazo.

Los estudios en el área de Deportes de FUNIBER tienen como foco la práctica saludable de actividades físicas, a partir de lecturas que colaboran para mejorar las condiciones de salud de las personas. Como ejemplo, un estudio en el que participa la profesora Mireia Pelayez, de la Universidad Europea del Atlántico (UNEATLANTICO), que examina el impacto de un programa de ejercicios supervisados durante el embarazo para la hipertensión gestacional.

El estudio analizó 765 embarazadas consideradas saludables por no presentar históricos médicos serios. En el programa, las participantes fueron divididas en dos grupos: el primero entrenó 3 veces por semana, con 50 a 55 minutos de duración. Las sesiones incluyeron ejercicios aerobios, danza, fuerza muscular y flexibilidad, de acuerdo con padrones establecidos por el Congreso Americano de Tocólogos y Ginecólogos (American Congress of Obstetricians and Gynecologists). El grupo sin realizar actividades físicas contestó a un cuestionario.

De acuerdo con los resultados, la práctica de ejercicios disminuyó la incidencia de hipertensión y el gano excesivo de peso, sin provocar alteraciones con relación al feto o al parto. “Un estilo de vida saludable iniciado desde la preconcepción y en el inicio de la gestación podría quizá ser la llave para prevenir el riesgo de enfermedades crónicas tanto para la madre como para el bebé”, sugieren los autores del estudio.

Fuente: Pubmed
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