Los niños copian lo que ven. Esa frase de la que tanto se habla entre educadores también debe servir de referencia para la salud de los hijos. Comer bien y practicar actividad física son acciones que deben ser influenciadas principalmente por los padres.
Un estudio realizado con 1.615 niños a la edad de siete años, en promedio, participantes en un programa de promoción de la salud en Alemania, ha examinado la relación de la actividad física realizada por los padres, con el vigor físico de sus hijos, y la participación de ellos en deportes organizados. A través de cuestionarios aplicados a los padres, más de la mitad (el 58% de las madres y el 57% de los padres) afirmaron ser físicamente activos y 8,3% de los hijos fueron clasificados como obesos o con sobrepeso.
Comparando los datos, los investigadores de la Universidad de Ulm (Alemania) no encontraron una relación significativa entre la actividad de los padres y los niveles de actividad física regular de los hijos, pero señalaron que los niños con al menos uno de los padres activo demostraron tener más participación en las actividades deportivas.
Los datos revelaron también que el número de niños con sobrepeso u obesidad es mayor en el grupo de los padres con baja actividad física. Más que un modelo, el soporte de los padres a la participación de los niños en actividades físicas es un diferencial que facilita la actividad física entre sus hijos.
Los resultados del estudio ponen de relieve la importancia de incluir a los padres en la promoción de la salud y para la prevención de la obesidad en programas dirigidos a los niños.
Fuente: http://fnbr.es/w5
Foto: algunos derechos reservados por Fabiana/Flickr.