Se acepta cada vez más la tesis de que el aumento de la presión sanguínea es una alarma para enfermedades cardiovasculares y que las personas que sufren de exceso de peso son las víctimas principales.
Un estudio realizado por la Universidad de Tsukuba, en Japón, muestra que el estilo de vida puede disminuir la presión sanguínea en las personas obesas. Durante 12 semanas, se analizaron 39 hombres de entre 48 y 50 años con sobrepeso. Fueron medidas la presión sistólica central, la velocidad de la onda del pulso braquial-tobillo (baPWV) además del índice de la rigidez arterial durante un programa de cambio de estilo de vida que incluía ejercicios aeróbicos y dieta.
El cambio fue significativo. No sólo disminuyeron la masa corporal y el peso así como la presión sanguínea y la pulsación.
Los investigadores japoneses comprobaron que hay una correlación entre la presión arterial sistólica central y la baPWV con el estilo de vida, debido a que al alterar una también la otra se modificaba. Un punto más para prevenciones de enfermedades cardiovasculares.
Fuente:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24128865