Un estudio publicado en la revista Extreme Physiology and Medicine ha identificado que al realizar ejercicio físico en calor, los músculos activos pierden volumen, pero reemplazar los líquidos perdidos de forma intermitente durante el ejercicio impide esa disminución. Los resultados obtenidos permiten utilizar el volumen muscular como un marcador de la pérdida de agua.

En este estudio se buscó identificar la respuesta de los músculos a una deshidratación inducida por practicar ejercicio en un ambiente de alta temperatura.

Para este estudio se seleccionaron a siete hombres y cinco mujeres, quienes pedalearon en el calor bajo dos condiciones: la primera, de deshidratación, resultando en una pérdida de entre 3 a 5 por ciento del agua corporal total estimada, que fue evaluada por los cambios en la masa corporal. En la segunda situación, se aplicó un reemplazo de lìquidos intermitente, donde las pérdidas del 3 al 5% fueron contrarestadas por un reemplazo de líquidos intermitente, que se suministraba cada 20 o 30 minutos, utilizando una bebida de carbohidratos y electrolitos. En ambas condiciones, la osmolaridad sérica y el volumen del músculo esquelético (evaluado mediante imágenes por resonancia magnética) se midieron al inicio y al 3% y 5% de los puntos de medición.

Los investigadores señalaron que después de hacer ejercicio en el calor, los músculos activos redujeron su volumen, mientras que al suministrar a los sujetos bebidas durante la práctica se logró impedir la disminución. Los resultados apoyan el uso del volumen muscular como un marcador de la pérdida de agua.

Fuente:
http://www.extremephysiolmed.com/content/1/1/3

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