Estudios recientes demuestran que los ejercicios basados en fisioterapia para modificar el patrón respiratorio mejora la calidad de vida de los pacientes de asma y les ayuda a reducir el uso de broncodilatadores. Algunos artículos, por otro lado, sugieren que no pueden extraerse conclusiones categóricas a partir de los estudios actualmente disponibles, mas las tendencias a mejora que se observan son alentadoras, por lo tanto se recomienda realizar más estudios para identificar las terapias más efectivas.
Se calcula que el 10% de los niños occidentales padece asma y de esta población entre el 6 y el 30% recibe tratamiento. Durante su enfermedad la hospitalización y el gasto farmacológico constituyen el mayor porcentaje del gasto ocasionado por la enfermedad.
Eulogio Pleguezuelos, médico rehabilitador del Servicio de Rehabilitación y Medicina Física, indica que la prevalencia de esta enfermedad ha ido en aumento y sería necesario crear equipos multidisciplinarios de valoración y tratamiento global de pacientes asmáticos. El especialista considera que “los ejercicios respiratorios en los pacientes asmáticos presenta una gran controversia” y considera que los ejercicios respiratorios tienen “numerosas interpretaciones según la naturaleza de la terapia, el terapeuta y la cultura”
En un estudio reciente realizado por Thomas M. Y colegas, se realizaron comparaciones entre dos grupos, uno de ellos realizando ejercicios respiratorios con un fisioterapeuta y en el otro se entregó educación sobre el asma con la asistencia de una enfermera. Tras un mes de intervención los resultados entre ambos grupos eran similares, pero al realizar una evaluación tras seis meses se encontraron diferencias significativas en los estudios de calidad de vida en el grupo que realizaba ejercicios respiratorios, sin embargo, las pruebas no arrojaron indicios de mejoría en torno a las variables específicas relacionadas a la enfermedad.
Para medir la mejoría en la calidad de vida de los pacientes se utilizó el Asthma Quality of Life Questionnaire (AQLQ), y como variables secundarias se tomaron en cuenta exámenes como la espirometría, hiperrespuesta bronquial, óxido nítrico inhalado, cuenta de eosinófilos en esputo inducido, el Asthma Control Questionnaire (ACQ), Hospital Anxiety and Depresión ( HAD) y Nijmegen questionnaire. Los pacientes que realizaron ejercicios para modificar el patrón respiratorio reportaron mejores resultados en los exámenes AQLQ, HAD ansiedad, HAD depresión, y el Nijmegen questionnaire.