La densificación urbana se ha convertido en una solución para aprovechar los espacios de vivienda, cada vez más reducidos en América Latina
La densificación urbana es una realidad latente en América Latina, por ejemplo en México, la Comisión de Vivienda del Senado de la República diseñó una política pública sobre el desarrollo urbano y de vivienda que exploraba la densificación como una alternativa de solución en el 2014.
En el portal especializado de Plataforma Arquitectura, el arquitecto chileno Rodrigo Díaz reflexiona sobre las condiciones positivas y negativas que representa formular políticas de densificación habitacional:
Mirada positiva de la densificación
Proponer el diseño de ciudades compactas permite reducir costos de provisión y mantenimiento de infraestructuras y servicios, además de disminuir los tiempos que toma desplazarse por los diferentes puntos de una localidad. “Esta forma de interactuar con los espacios públicos permite que los ciudadanos hagan uso de la bicicleta, caminen o accedan al transporte público” afirmó el arquitecto Díaz.
Así mismo, la reducción de emisiones de gases contaminantes, así como la promoción de actividades físicas forma parte de las condiciones medio ambientales y saludables que proporciona la densificación como aspectos positivos de su implementación.
Del mismo modo, al agrupar comunidades de densidad media y alta favorece en la interacción de los habitantes, ya que permite que disfruten de espacios compartidos como áreas verdes o recreacionales. Estos multifamiliares o barrios se convierten en espacios seguros donde transita gente.
Cuando la densificación empieza a molestar
Sin embargo, quienes viven la realidad de la densificación pueden convertirse en verdaderos opositores de esta política urbana. Las quejas giran en torno a la construcción de grandes edificios que visualmente no aportan nada a la zona, excepto congestión, ruido y deterioro.
Originariamente las normas que se aplican en la política de densificación están orientadas a la construcción de viviendas sociales pero las inmobiliarias han asumido esta práctica para aumentar los metros cuadrados construidos sin ofrecer viviendas más accesibles a cambio.
Esta situación es la que genera descontento, por tanto será un desafío para que los profesionales del área de Proyectos o Arquitectura reorienten las políticas de densificación desde el planteamiento de su normativa, en aras de promover una sociedad sustentable y solidaria, sin correr el riesgo que empresas inmobiliarias ganen a partir de la reducción de espacios.
FUNIBER ofrece becas para que especialistas de esta y otras áreas de conocimiento continúen con su formación.
Fuente: La densificación es buena hasta que nos construyen un edificio al lado
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