El alumno Jansel Hernández Hernández, para la conclusión de la Maestría en Diseño, Gestión y Dirección de Proyectos de FUNIBER, realizó un estudio sobre los procesos de enseñanza desarrollados por el grupo de voluntarios JAM en la cárcel Najayo-Hombres, en San Cristóbal, República Dominicana, con la orientación del profesor Marcelino Diez.
Para el trabajo de investigación, se analizaron algunos datos relacionados a la formación en la cárcel a través de la reincidencia de delitos, la asiduidad en las aulas, las ausencias en talleres específicos y la información por parte de las autoridades carcelarias sobre el proyecto de voluntariado.
La formación estudiada se ofreció durante 18 meses, entre 2013 y 2014, por el Centro de Formación Integral Pastoral Cárcel Najayo-Hombres (CFIPP) y el Voluntariado JAM. La propuesta didáctica alcanzó internos carcelarios, todos ellos hombres, que asistieron de manera asidua a las capacitaciones realizadas. La formación comprendía cuatro fases: motivación, formación, servicio y retroalimentación, y tenían como carácter general la formación técnica en cursos como cultivos, fabricación de productos de limpieza, mecánica básica, reparación de computadoras, locución, inglés básico, entre otros.
De acuerdo con una entrevista cuantitativa realizada por Hernández con 60 internos que asistieron de manera asidua a las capacitaciones, la mayor parte de ellos posee sólo la enseñanza básica (hasta el 4º año de la primaria). Con relación a las clases, los presos de manera general aprobaron la calidad de las clases (el 45,9 % de los entrevistados afirmaron que las clases eran buenas y el 13,1% dijeron que eran excelentes). Sin embargo, el estudio reveló algunos fallos que pueden arreglarse con un buen planeamiento y gestión.
Sugerencias de mejoras
Para mejorar el sistema de clases y los efectos en el grupo estudiado, el alumno sugiere una serie de acciones. En una primera etapa, es necesario el traslado de los presos para disminuir la superpoblación y mejorar la calidad de vida. Antes de iniciar la formación, es fundamental identificar el nivel educativo de cada recluso y las demandas de capacitación más apropiadas.
Hernández también resalta la necesidad de mejorar la infraestructura de las clases, para que puedan garantizar la calidad de la docencia y la práctica.
El ex alumno elaboró además una serie de propuestas dirigidas a los diversos agentes que participan de las formaciones como son los profesores, los facilitadores y las autoridades del centro.
Cambiando paradigmas
El ex alumno de FUNIBER concluye el estudio poniendo de relieve la necesidad de un cambio de paradigma en la forma de educar e insertar socialmente a los presos, a partir de acciones formativas más eficaces. Como señala Hernández, “los datos aportan un diagnóstico con relación a la calidad de las acciones formativas en la cárcel Najayo-Hombres, pero no tratan de ofrecer una solución definitiva, sino posibilidades y caminos que se puedan adoptar para poder convertir este lugar en un centro carcelario modelo en el área de la educación”.
Para completar su investigación Hernández recopiló las opiniones de todos los involucrados en los procesos de formación de los presos, evaluando cada una y presentando a FUNIBER las mejores alternativas para optimizar las operaciones, de forma que sea posible brindar una mejor calidad de educación en la cárcel.
Lea la tesis completa en:
http://fnbr.es/18f
Foto: Dominio público