Se ha recomendado aplicar medidas fiscales sobre bebidas azucaradas para reducir el impacto de la obesidad
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado una recomendación en la que se sugiere aplicar un incremento en los impuestos a las bebidas azucaradas para reducir el número de personas que padecen de sobrepeso, obesidad, diabetes y caries dental. De acuerdo a las cifras proporcionadas por la OMS, en el 2014, más de un tercio (39%) de la población mundial adulta, mayor de 18 años, tenía sobrepeso, y además se indicó que la prevalencia de la obesidad aumentó en más del doble entre 1980 y el 2014, lo que supone más de 500 millones de adultos afectados por dicho mal.
Las cifras entre la población de niños y adolescentes también resulta preocupante. Se estima que 42 millones de niños menores de 5 años tenían sobrepeso o eran obesos en el año 2015, habiéndose identificado que el 48% de estos niños vivían en Asia y un 25% en África. Se calcula que la obesidad afecta entre el 20 y 25% de las personas menores de 19 años en América Latina, y a un tercio de los niños y adolescentes de entre 6 y 19 años en Estados Unidos.
Ahora se insiste en la recomendación de aplicar impuestos a las bebidas azucaradas para reducir su consumo. De acuerdo al informe titulado «Políticas fiscales para la alimentación y la prevención de enfermedades no transmisibles», las políticas fiscales aplicadas a las bebidas azucaradas podrían generar un incremento en el precio de venta de dichas bebidas en al menos un 20%, lo cual generaría una reducción proporcional en el consumo de ese tipo de productos.
Reducir el consumo de bebidas azucaradas permitiría reducir el consumo de «azúcares libres» y calorías en general entre la población, permitiendo lograr que se reduzca el número de personas que padecen de sobrepeso, obesidad o diabetes.
Los azúcares libres están conformados por monosacáridos (como la glucosa y fructosa) y los disacáridos (como la sacarosa o azúcar de mesa), que se añaden al preparar alimentos o bebidas, así como también se consideran los azúcares presentes de forma natural en la miel, jarabes, jugos de fruta y concentrados de fruta.
El doctor Douglas Bettcher, director del Departamento para la Prevención de las Enfermedades no Transmisibles de la OMS aseguró que «El consumo de azúcares libres, incluyendo productos como las bebidas azucaradas, es un factor importante en el aumento mundial de personas que sufren obesidad y diabetes», resaltando que la aplicación de impuestos no solo permitiría salvar vidas y reducir el sufrimiento de las personas, sino que además se lograría reducir los costos de atención en salud.
Por su parte, el doctor Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de la OMS, enfatizó que «Desde el punto de vista nutricional, las personas no necesitan ningún tipo de azúcar en su alimentación. La OMS recomienda que si consumen azúcares libres, mantengan su ingesta por debajo del 10% de sus necesidades totales de energía, y que la reduzcan a menos del 5% para lograr beneficios en salud adicionales. Esto equivale a menos de una porción (de al menos 250 ml) por día de las bebidas azucaradas comúnmente consumidas».
Los datos recogidos por la OMS indican que «las bebidas y los alimentos ricos en azúcares libres pueden ser una fuente importante de calorías innecesarias en las dietas de las personas». Además se ha identificado que las personas con bajos ingresos y aquellas que consumen alimentos y bebidas poco saludables suelen ser sensibles a los cambios de precios, y un incremento en los impuestos aplicados a las bebidas azucaradas beneficiaría la salud de ese segmento de la población.
En el 2015 la OMS realizó una revisión sobre la efectividad de 11 intervenciones de política fiscal orientadas a mejorar la alimentación y prevenir las enfermedades no transmisibles, logrando identificar que aplicar subsidios a las frutas y verduras hasta lograr una reducción de entre el 10 y 30% de su precio, ayuda a incrementar el consumo; la aplicación de impuestos sobre ciertos alimentos, como aquellos que tienen elevadas cantidades de sal, grasas trans o azúcares añadidos, logran reducir su consumo; se logra mayor apoyo del público a las medidas cuando lo recaudado por el incremento de impuestos se invierte en programas para fomentar la alimentación saludable y el deporte.
La OMS destaca que México ya ha aplicado un impuesto al consumo de bebidas no alcohólicas con azúcares añadidos; y Hungría ha aplicado un impuesto a productos empaquedatos con altos niveles de azúcar, sal o cafeína.
Las políticas públicas son importantes para mantener un buen estado de salud de la población. Los estudiantes de Salud y Nutrición de FUNIBER se forman para brindar recomendaciones sobre alimentación que beneficien a la población.
Fuente: OPS
Foto CC: Frankieleon