Alan Mathison Turing es considerado el padre de la computación moderna. El 23 de junio se celebra el centenario de su nacimiento en Londres y Google cambió su página principal con un doodle que representa la «máquina de Turing». Turing no solo puso las bases para el desarrollo de la computación, además fue matemático, criptógrafo, filósofo y desarrolló uno de los primeros trabajos sobre inteligencia artificial. Este investigador tuvo un papel importante durante la segunda guerra mundial, al descifrar el código Enigma de los alemanes, más tarde crearía una de las primeras computadoras digitales programables.

Para romper los códigos de la máquina Enigma, un equipo de investigadores de Gran Bretaña trabajó para el desarrollo de un dispositivo electromecánico denominado «Bombe», Turing participó en ese equipo y pudo establecer las bases para que luego se creara la primera computadora electrónica Colossus. Alan Turing fue seleccionado para trabajar con el equipo de científicos británico que desarrolló la máquina Bombe porque, en 1936, había presentado la «máquina de Turing», un modelo hipotético de máquina que representaba a una computadora. La máquina de Turing manipula símbolos de una cinta de acuerdo a una tabla de reglas; a pesar de ser un dispositivo sencillo, la máquina podía simular la lógica de cualquier algoritmo de computadoras y resulta útil para explicar las funciones de un CPU al interior de una computadora.

En 1947 Turing exponía conceptos de redes neuronales, bibliotecas de software y subrutinas. En 1949 es nombrado director del laboratorio de computación de la Universidad de Mánchester y al año siguiente publicó un artículo en el que desarrollaba las bases de la inteligencia artificial.

Desafortunadamente, tres años después de su incursión en la inteligencia artificial, Turing fue sentenciado por ser homosexual y sometido a la castración química en 1952. Dos años después murió al comer una manzana envenenada con cianuro.