Un estudio publicado en la revista de la American Academy of Neurology revela que los consumidores de bebidas de dieta endulzadas con aspartamo tienen un 31 por ciento más probabilidades de presentar depresión que aquellos que no consumen dichas bebidas. Se identificó un riesgo similar en personas mayores que consumían ponche de fruta o té helado endulzado artificialmente. Los consumidores de gaseosas o refrescos regulares tienen un riesgo ligeramente más bajo -22 por ciento-. De comprobarse los resultados de esta investigación con otros estudios, la depresión se sumaría a otros efectos negativos que las bebidas endulzadas artificialmente podrían ocasionar en personas mayores, como diabetes u obesidad.
Este estudio también revela que las personas que beben cuatro o más tazas de café al día presentan un riesgo 10 por ciento más bajo de padecer depresión en comparación con aquellas que no beben café. Sin embargo, el Dr. Honglei Chen, investigador del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental, señaló que es necesario realizar más estudios y este hallazgo no es motivo para que los adultos mayores acudan a Starbuks para reducir su riesgo de depresión.
El estudio se realizó analizando los datos de una encuesta aplicada a 260 mil adultos en los Estados Unidos. Las personas involucradas en el estudio consumían al menos cuatro porciones al día de refrescos, té helado o ponche de frutas artificialmente azucarados.
El Dr. Chen indica que se consideraron estadísticamente factores como el peso de los pacientes y la diabetes, ya que ambos factores están relacionados con una mayor probabilidad de desarrollar depresión.
Chen asegura que es necesario realizar más estudios sobre el tema y no se deben tomar los resultados de este estudio como definitivos. Al respecto, Eva Redei, profesora de psiquiatría de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago, indica que no es posible determinar que las bebidas dietéticas sean las causantes de la depresión tan solo con este estudio. Para la investigadora, «probablemente esto genera más preguntas que respuestas».
Chen por su parte asegura que los resultados son «interesantes» y permite obtener más pistas sobre los efectos que producen las bebidas con edulcorantes artificiales.