Entre los adolescentes y niños sometidos a quimioterapia es común encontrar casos de malnutrición, esto podría atribuirse a la falta de cuidado del paciente como a los efectos directos de la quimioterapia. Un equipo de investigadores decidió identificar el nivel de efectividad que ofrecen los métodos de alimentación enteral y parenteral para mantener a los pacientes menores de 21 años en un buen estado de salud mientras reciben la quimioterapia. Se logró identificar una mejor respuesta al aplicar nutrición parenteral a los pacientes, pero la limitada calidad de los datos proporcionados en los estudios exigen llevar adelante otros estudios con mayor profundidad.
Se seleccionaron 8 estudios con un total de 159 participantes en su mayoría afectados por leucemia o tumores sólidos, pero se identificó que la mayoría de trabajos eran de mala calidad. Se encontró en un estudio que la nutrición parenteral permitía alcanzar un significativo aumento de peso mayor al aumento de peso que se consigue con la alimentación enteral, con una diferencia media (DM) de 4,12Kg, logrando mejores niveles de albúmina en la sangre, mejor ingesta calórica e ingesta proteica. Mientras que la nutrición enteral no logró mejoras en términos de ganancia de peso e ingesta calórica, sin embargo se lograron modificaciones apreciables de los niveles séricos de albúmina.