El equipo médico de la ONG HELPS International ( helpsinternational.com ) reportó en la década de los 80 un alarmanten número de niños tratados por quemaduras e infecciones respiratorias en las zonas rurales de Guatemala. Gracias al trabajo de investigación realizado por Don O´neal, ingeniero que trabaja para la misma ONG, se descubrió que la causa del problema era el método utilizado para cocinar los alimentos utilizando cocinas rudimentarias. Este problema recientemente ha matado a muchas personas en la zona de Paraguay, donde, habitantes de zonas rurales o de zonas muy pobres, murieron asfixiadas al tratar de calentarse con estufas o cocinas ineficientes. El uso de cocinas artesanales o rudimentarias se replica en toda el área rural de Latinoamérica.

En Guatemala, HELPS identificó que las personas utilizaban pequeñas fogatas dentro de las casas para cocinar, un método conocido como “fuego con tres rocas”. Las quemaduras de los niños se originaban cuando los pequeños caían en el fuego mientras jugaban o daban sus primeros pasos al aprender a caminar. Además la inhalación de humo es una de las principales causas de muerte entre los niños menores de 5 años en Guatemala. El nivel de monóxido de carbono que emiten las rudimentarias cocinas es casi el doble del nivel considerado como peligroso.

Para evitar la intoxicación de más personas, Don O´neal diseñó la cocina ONIL, una cocina adecuada para las necesidades rurales, que posee suficiente ventilación y desecha el nocivo monóxido de carbono fuera de la casa. Con esta solución se logró reducir la cantidad de niños quemados y las enfermedades respiratorias.

Steven Harris, médico de la Universidad Baylor (Dallas) y su equipo realizaron un estudio en Guatemala, y descubrieron que el uso de las cocinas ayudó entre el 2002 y 2006 a reducir las consultas por infecciones respiratorias altas y bajas en un 26% en comparación con años anteriores. Además, al considerar solo las estadísticas de enfermedades respiratorias altas, se logró una reducción del 45% en la incidencia de casos.

Otro estudio, publicado en Enviromental Health Perspectives, identificó el impacto que tiene la inahalación de monóxido de carbono en mujeres embarazadas. En este estudio se realizó una comparación en el desarrollo de los bebés de madres que utilizaban la cocina ONIL, y aquellas que utilizaban el método tradicional.

Los resultados del estudio mostraron que los bebés de las madres que utilizaban cocinas mejoradas tenían en promedio un peso que superaba en 89 gramos a los bebés de madres que estuvieron expuestas a aire contaminado. Adicionalmente se identificó que el uso de cocinas redujo en 39% la exposición al monóxido de carbono.

Enlaces a los estudios:

“Impact of Reduced Maternal Exposures to Woodsmoke from an Introduced Chimney Stove on Newborn Birth Weight in Rural Guatemala”

“Health effects of an efficient vented stove in the highlands of Guatemala”