La Metformina es utilizada en tratamientos de diabetes tipo 2 por ser un antihiperglucemiante oral de demostrada efectividad para reducir la mortalidad de los pacientes, pero aún se desconoce su perfil de seguridad. Algunos especialistas indican que este medicamento podría incrementar el riesgo de sufrir acidosis láctica y desaconsejan su uso en presencia de transtornos hipoxémicos crónicos que podrían estar vinculados a dicha forma de acidosis, sin embargo recientes investigaciones indican que la Metformina no afecta los niveles de lactato en sus usuarios.
El estudio estuvo orientado a evaluar la incidencia de acidosis láctica fatal y no fatal, realizando un análisis de los niveles sanguíneos de lactato en pacientes que utilizaban metformina en forma exclusiva, o combinada con otros medicamentos como parte de sus tratamientos contra la diabetes tipo 2. Los resultados obtenidos por los consumidores de metformina a fueron comparados con los obtenidos por pacientes a los que se les administró placebo o tratamientos hipoglucemiantes de otras características.

Al realizar los análisis, se identificó que no existìa una diferencia significativa entre los sujetos receptores de metformina y los que no la recibían. Al utilizar la prueba estadística de Poisson se identificó que la incidencia de acidocis láctica por cada cien mil pacientes era de 4,3 casos, mientras que entre los pacientes que no utilizaban metformina o recibieron placebo, solo se registraron 5,4 casos. La diferencia entre ambos grupos de pacientes no resulta relevante y basados en la evidencia los investigadores concluyeron que no hay datos que indiquen que la metformina pudiera incrementar el riesgo de sufrir acidocis láctica en mayor medida que otros medicamentos antihiperglucémicos.