En animales, se ha demostrado que las citoquinas en la leche materna, como el factor de crecimiento transformante beta (TGF-beta) induce tolerancia inmunológica en animales, pero en humanos los resultados no resultaban hasta ahora tan claros. Por ello un equipo de investigadores del Telethon Institute for Child en Australia, liderado por la Dra Wendy Oddy realizó un análisis de 12 ensayos clínicos para determinar si los niveles de TGF beta en la leche materna ejercían algún tipo de influencia en la respuesta inmunológica de los niños.
Tras realizar el análisis de datos el equipo de investigadores identificó que el 67% de estudios demostraba que el TGF beta 1 o TGF beta 2 en la leche materna proporcionaba protección a lactantes contra el posible desarrollo de alergias durante la infancia. Los investigadores indicaron que hubieron variaciones en las concentraciones de TGF-beta entre los diferentes ensayos y dentro de los mismos ensayos, que se pueden explicar, en parte, por antecedentes maternos de atopía o consumo de probióticos.
Los investigadores concluyen que “La leche humana parece ser esencial para el desarrollo y el mantenimiento de las respuestas inmunológicas apropiadas en lactantes, y podría brindar protección contra eventos inmunológicos desfavorables.”. Sin embargo al tratarse de un número de ensayos reducido, los profesionales de la salud recomendaron realizar estudios adicionales.