waldo-jaquithEn la relación que existe entre el médico y el paciente que padece de cáncer es primordial la comunicación.  Esta relación no debe limitarse a la obtención de información por ambos lados; la comunicación debe servir para que el paciente se sienta escuchado y comprenda el significado de su enfermedad. Las características de la interrelación- según coinciden varios expertos de la salud- es que debe ser consistentemente abierta, honesta y a tiempo.

El cáncer no es una enfermedad cualquiera, cada año acaba con la vida de  750 mil personas a nivel mundial, según datos de la Organización Mundial de la Salud.  A pesar de las cifras negativas, muchas personas que padecen cáncer, con un tratamiento adecuado, logran mitigarlo y sanarse de este mal.

Pero es compromiso de los profesionales médicos la atención adecuada del paciente oncológico, por lo que es necesario un servicio eficiente y de alta calidad así como un personal altamente motivado y calificado. De lo que se trata es de dar una visión integral a esta enfermedad, que los médicos manejen información a nivel de datos clínicos, sin dejar de lado la comunicación efectiva con el paciente. La relación médico-paciente va más allá de un vínculo contractual, es una relación de confianza.  Este vínculo ha cambiado en la sociedad actual ya que  hay más demanda de información por parte del paciente, quien espera más resultados y se involucra más con su enfermedad.

El Dr. Javier  Sánchez  Caro, fundador de la Asociación Aventis, ha afirmado que la comunicación es primordial y es necesario tener como guías la claridad y el momento adecuado para transmitir malas noticias. Asimismo, el Dr. Sánchez defiende el concepto ético de la verdad soportable, que valora la situación del enfermo y su deseo de recibir información.

Padecer cáncer genera que los pacientes rompan con su vida cotidiana, generalmente no esperan una noticia tan fuerte. El paciente oncológico al enterarse de su condición pierde el equilibrio emocional, se despersonaliza es decir que adopta el papel del yo enfermo que opaca al yo- persona  rompiendo con su entorno.

El afectado asocia muchas veces la idea de cáncer con la muerte, y convierte esta palabra en tabú, además se auto-aisla generando cuadros de estrés y depresión. Frente a esta situación el cuerpo del paciente se transforma en un canal propicio para que las células cancerígenas se expandan por el cuerpo.

A manera de conclusión los expertos de la OMS consideran que la interrelación entre paciente y médico, y pacientes y familiares debería ir más allá de información clínica y los tratamientos a seguir, a fin de lograr una comunicación en cuanto a decisiones compartidas.