La apnea obstructiva del sueño consiste en un trastorno por el que una persona tiene episodios de suspensión de la respiración mientras duerme. Muchas personas tienen el área de la garganta más estrecha de lo normal, y durante el sueño la relajación de los músculos hace que el túnel se cierre totalmente impidiendo el ingreso de aire a los pulmones. La respiración puede llegar a detenerse por un período de hasta 10 segundos. A un episodio de apnea le sigue un intento por respirar y un cambio a un sueño más ligero, ocasionando a la mañana siguiente somnolencia.
Los hombres mayores y obesos parecen tener un riesgo más alto de padecer apnea. La obesidad mórbida puede ocasionar un cuadro grave de apnea del sueño y otros problemas respiratorios (estadísticamente alrededor de 50-60% de obesos mórbidos sufren de apnea del sueño)-. Mientras mayor es el exceso de peso, mayor la cantidad de grasa que presiona el pecho y los pulmones, haciendo más difícil la respiración.
Según estudios publicados por el Journal of the American Medical Association (JAMA), existe evidencia que la cirugía bariátrica puede curar la apnea obstructiva del sueño a quienes padecen de obesidad mórbida. Estos informes presentan una solución de la apnea en 85 por ciento de pacientes después de someterse a cirugía, acompañada de modificaciones al estilo de vida y nutrición. La cirugía bariática permite reducir el exceso de peso, disminuyendo la grasa de la garganta y del cuello, de esta manera se logra reducir la gravedad y frecuencia de la apnea del sueño.
El objetivo principal de la cirugía bariátrica es la pérdida de peso, para que los pacientes puedan tener una vida saludable y con calidad, también esta intervención permite controlar las enfermedades relacionadas a la obesidad como la diabetes, dislipidemias, hipertensión, apnea del sueño, incontinencia urinaria de esfuerzo, osteoartrosis, asma, problemas respiratorios, depresión, enfermedad reflujo gastroesofágico y problemas sexuales.
Algunas complicaciones que trae consigo la apnea, y por consiguiente la ausencia de respiración es que caen los niveles de oxígeno en la sangre. Durante los episodios de ausencia de la respiración, los niveles de oxígeno en la sangre caen, lo que se conoce como hipoxia (niveles bajos de oxígeno), y este problema puede ocasionar complicaciones como hipertensión pulmonar, arritmia, niveles altos de dióxido de carbono en la sangre, privación de sueño e inclusive accidentes cerebrovasculares.