Algunas pacientes que padecen de obesidad reportan repetidos episodios de incontinencia urinaria. Tras realizar un estudio, un grupo de investigadores descubrió que se puede controlar la incontinencia aplicando tratamientos para reducción de peso en pacientes que padecen una combinación de los males antes mencionados. En esta investigación se analizaron los resultados del programa PRIDE (Programa para Reducirla Incontinencia por Dieta y Ejercicio), un programa de asesoría dietética orientado a corregir la incontinencia urinaria a través de intervenciones que tienen como objetivo reducir el peso corporal de las pacientes.

Para ejecutar el estudio se seleccionaron a 338 mujeres mayores de 30 años,con un índice de masa corporal (IMC), que oscilaba entre 25 y 50, y que registrasen al menos diez episodios de incontinencia urinaria en el lapso de siete días. Esta experiencia se realizó en Providence (RhodeIsland) y Birmingham (Alabama), en Estados Unidos, con la participación  de personal médico de sus respectivas localidades, así como también de San Francisco (California), Little Rock (Arkansas) y Storrs(Connecticut).

Se distribuyó a los pacientes en dos grupos en forma aleatoria. El primer grupo, compuesto por 226 personas, debía someterse a un programa intensivo de ejercicios y recibiría asesoría en la elaboración de una dieta para perder peso. El grupo de control, compuesto por 112 personas, solo recibirían un plan educativo estructurado de cuatro sesiones. Se estableció como principal medida de control el número total de episodios de incontinencia al terminar el seguimiento de seis meses. Se tomó en cuenta además como medidas de evolución secundaria,otros factores como la pérdida total de peso, la cantidad específica de episodios de incontinencia de urgencia y de esfuerzo registrados, el número de pacientes que lograron niveles de mejoría del 50, 70 o 100%,y el grado de conformidad que alcanzaron las pacientes.

Al iniciar el estudio tanto el grupo que se sometió a tratamiento como los pacientes en el grupo de control mostraban valores de IMC alrededor de 36, además todos los pacientes que participaron de la experiencia sufrían de al menos 24 episodios de incontinencia urinaria por semana. Tras llevar un estricto control de dieta y ejercicio, los pacientes que recibieron asesoría lograron reducir en 47% los episodios de incontinencia, mientras que en el grupo de control solo el 28% lograron algún tipo de control de la incontinencia. Al analizar las cifras de la pérdida de peso, se identificó que las mujeres participantes de la experiencia perdieron en promedio 7, 8kg, mientras que las del grupo de control solo 1,5kg y se logró una reducción de peso en el 8% de las mujeres bajo tratamiento, en comparación al 1,6% del grupo de control.Se logró mejorar significativamente la respuesta en episodios deincontinencia de esfuerzo, mientras que los episodios de urgencia notuvieron una respuesta significativa.

Se evaluó la tasa de mejoría tomando en cuenta a las mujeres que lograron reducir los episodios de incontinencia en 70% o más, y se logróidentificar que la tasa más alta de pacientes que reportaron mejorías provenía del grupo sometido a intervención, para todos los tipos de incontinencia. Los investigadores concluyeron que la instauración de un programa de pérdida de peso basado en dieta, ejercicio y cambio de actitudes, permitió lograr una moderada reducción del peso corporal delas pacientes y al mismo tiempo, las pacientes bajo tratamiento,lograron una considerable reducción de los episodios de incontinencia en comparación al grupo de control.