(Boletín Funiber 08 – 2009) La alimentación saludable es la base del cuerpo sano. En todas las etapas de la vida, desde la infancia hasta la vejez, la buena nutrición puede influir en cómo nos sentimos a diario y cómo nos sentiremos en el futuro. Existe un vínculo entre la mala alimentación y el agotamiento, ya que un estado nutricional deficitario disminuye la actividad de las principales funciones del cuerpo humano, incluído el cerebro.
Para el experto del Instituto Superior de Estudios Psicológicos de Tarragona, España, Oscar Asorey, una persona puede padecer de alteraciones psicológicas al estar mal alimentada; por tal motivo, recomienda mejorar los hábitos en la mesa, para aliviar estados de decaimiento, fatiga y desánimo. Los cambios de estación, el estrés, no respetar los horarios de las comidas y de sueño, dormir poco o seguir una dieta rica en grasas son algunas de las causas que nos hacen sentirnos cansados.
El organismo humano necesita de pequeñas dosis de energía, y esto se encuentra en alimentos ricos en minerales y vitaminas. Para proporcionar al cuerpo la energía que requiere y lograr evitar la fatiga y ansiedad, lo ideal es ingerir pequeñas dosis de alimentos ricos en nutrientes a lo largo del día.
El plan incluye cuatro comidas diarias preparadas con alimentos que garantizan un aporte importante de vitaminas y minerales. Además, se debe tener en cuenta, que el calcio y el hierro son parte elemental de cualquiera dieta. El organismo necesita hierro para la producción de glóbulos rojos y si no recibe lo suficiente de los alimentos puede mostrar fatiga y poca resistencia, por eso es necesario el consumo de pescado, cereales, legumbres, verduras y frutas, en especial ingerir frutos secos.
El calcio es necesario para la fuerza y estructura de huesos y dientes, es vital en la alimentación de niños y adolescentes. Además, es imprescindible ingerir vitaminas del grupo B, las que actúan sobre el sistema nervioso y ayudan a mantener un adecuado funcionamiento mental. la vitamina B1 se puede encontrar en el germen de trigo, pan integral, la leche y sus derivados, la vitamina B2 se encuentra en quesos, setas, yogurt, pescado, cereales y verduras cocidas, la vitamina B6 se se obtiene son el consumo de pescado, legumbres, huevos coliflor y plátanos, la vitamina B9 se puede encontrar en la espinaca, zanahoria, pepino, pescado y las frutas, la vitamina B12 se consigue con el consumo de huevos, derivados de leche, carnes y pescado.
Para mantener un buen nivel de energía durante todo el día, también se puede considerar la toma de refuerzos nutricionales adicionales, sean suplementos vitamínicos, o naturales como el jugo de noni, ya que aumenta la energía del organismo, interactúa con la melatonina y la serotonina para regular el sueño, la temperatura y los estados de ánimo, reduce la hipertensión arterial entre otros beneficios.
La maca también es un agente que favorece a nuestro organismo; es un alimento de alto valor nutricional y biológico ya que su variada composición química tiene presencia de proteínas, grasas, glúcidos, calcio, celulosa, almidones, fósforo, yodo, hierro, complejo de vitaminas B y vitamina C.
Algunas recomendaciones básicas para evitar el cansancio, son tratar de dormir al menos 8 horas diarias, reducir el consumo de alcohol y tabaco, mantener una dieta balanceada, hacer ejercicio regularmente. No se recomienda el consumo de bebidas energizantes, porque lo único que producen estos productos es hipoglucemia atrasada, es decir efecto de cansancio a largo plazo.