La enterocolitis necrotizante (ECN) es una enfermedad que puede ocasionar la perforación de los intestinos de un bebé, permitiendo que las bacterias del tracto intestinal se filtren hacia el área abdominal y generen infecciones, poniendo en riesgo la vida del bebé. Esta enfermedad se presenta en el 75% de los casos en bebés prematuros y los investigadores no están de acuerdo en el origen de este mal.

Existen preocupaciones en la comunidad médica porque se cree que la alimentación con leche en bebés prematuros podría afectar el tracto gastrointestinal y aumentar el riesgo de ECN, por ello algunos bebés reciben solo nutrición por vía intravenosa por periodos prolongados. Por otro lado existen preocupaciones porque retardar la alimentación con leche materna podría generar problemas de alimentación y afectar el normal crecimiento del bebé. A menudo la lactancia materna o alimentación con fórmula en recién nacidos de bajo peso o en lactantes prematuros enfermos, se retrasa por varios días después del nacimiento, aún cuando el retardo en la ingesta de leche podría disminuir la adaptación funcional del tracto gastrointestinal y posiblemente produzca intolerancia alimenticia posteriormente. Debe considerarse además que si el inicio de la lactancia materna es bien tolerada, puede promover el crecimiento del niño y reducir la duración de la nutrición vía intravenosa sin incrementar el riesgo de ECN.

Dos investigadores realizaron un estudio para determinar el impacto del inicio de la lactancia materna precoz (antes de los 4 días de edad) o tardío (después de los 4 dìas de edad), a partir del análisis de documentos de la Oxford Database of Perinatal Trials, en MEDLINE, así como resúmenes y publicaciones de conferencias en inglés.

La selección de estudios con muestras relevantes resultó difícil. Se identificaron sólo dos estudios con un número pequeño de participantes (uno con 60 y otro con 12 pacientes) y se analizó un ensayo con una muestra más grande (Davey) en el que se notaron algunos beneficios de la alimentación precoz, al permitir reducir el periodo de alimentación por vía intravenosa, reducción en la cantidad de lactantes tratados con aspiración gástrica e interrupción de alimentación, menor cantidad de lactantes con evaluaciones por septicemia, así como una disminución en la cantidad de lactantes con catéteres venosos centrales percutáneos.

El estudio concluye que los beneficios y riesgos de la alimentación precoz y retardada han recibido muy poca atención en ensayos clínicos, y son escasos los datos para determinar si tienen efecto significativo sobre los casos de enterocolitis necrotizante y muerte. El estudio indica que la mayoría de unidades de neonatología poseen sistemas de nutrición vía intravenosa (o parenteral), pero no está claro si los lactantes de alto riesgo deben recibir alimentación precoz o retardada.

Fuente: Kennedy KA, Tyson JE, Chamnanvanikij S. Comienzo temprano versus retardado de alimentación enteral progresiva para lactantes de bajo peso al nacer o prematuros alimentados por vía parenteral (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, número 4, 2007. Oxford, Update Software Ltd. Disponible en: http://www.update-software.com. (Traducida de The Cochrane Library, 2007 Issue 4. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.).

Fuente: BMJ