El pasado viernes una tormenta de nieve, bautizada como «Nemo» cubrió el nororeste de Estados Unidos y parte de Canadá. Los medios de comunicación consideran que esta es la «tormenta de nieve del siglo» con achas de viento de hasta 120 Km/h. En algunas ciudades, como en Connecticut, se ha reportado que la nieve alcanza hasta 1.5 metros de altura. Hasta el momento se han reportado cuatro muertos como consecuencia de la tormenta de nieve.
Las autoridades de Nueva York, Connecticut, Rhode Island, Nuevo Hampshire, la costa de Maine y Massachusetts han declarado el estado de emergencia. Los alcaldes de Boston y Nueva York incluso prohibieron la circulación de vehículos. Es la primera vez que se ha establecido una prohibición de ese tipo desde 1978.
Las fotos que circulaban en las redes sociales son increíbles. Algunas personas fotografiaron autos completamente cubiertos por la nieve, y alguno se llevó una sorpresa al descubrir que la puerta principal de su casa estaba completamente cubierta con nieve.
Nemo ha causado apagones, embotellamientos, el cierre de negocios y escuelas, y ha obligado a las aerolíneas a cancelar miles de vuelos en todo Estados Unidos. La noche del viernes más de 23 mil hogares no tenían electricidad en Connecticut, en Neva York cerca de 9 mil familias permanecían a oscuras, mientras que en Pennsylvania unos 1,200 hogares padecían de una situación similar. En total, se calcula que más de 660 mil hogares y negocios no tuvieron energía tras el paso de la tormenta, de acuerdo a datos del Departamento de Energía.
Pánico en la ciudad
Nemo ha pasado por la misma zona que pasó hace tres meses el huracán Sandy. Antes una tormenta de nieve era tomada con cautela, pero no era necesario comprar alimentos para pasar una temporada aislados. Pero el pasado viernes después que las autoridades anunciaron el inminente paso de Nemo, miles de personas invadieron los supermercados para abastecerse de lo que consideraban necesario para sobrevivir por un tiempo. Las estanterías quedaron vacías en casi todos los supermercados y algunas gasolineras se quedaron sin combustible.