La conferencia por el clima COP18 ha cerrado sus puertas en Doha, pero los logros son mínimos. Al parecer la ambición de los gobernantes no les permite ver el daño que están causando al planeta, y esta no es una afirmación sin base científica, pues recientemente Brad Werner presentó un modelo matemático en la última conferencia de la American Geophyiscal Union, en la que se demuestra que el sistema económico imperante en el planeta nos llevará a destruirlo todo en el largo plazo.

Werner asegura que la cultura moderna, con énfasis en el dinero y la economía, está demasiado enfocada en los resultados en corto plazo. El capitalismo alienta que se produzca un mayor nivel de transacciones y que no se «disipen las transacciones», en este contexto, se analiza también el impacto en el planeta bajo un esquema de costo / beneficio, y esto, de acuerdo a Werner, nos llevará a un fallo inevitable en los sistemas que intentan gestionar el impacto en el medio ambiente en el largo plazo. 

La solución: movimientos de resistencia
Para el científico la sociedad capitalista se mueve con demasiada velocidad, hasta el punto que nuestras relaciones con los demás y con el mundo se han tornado demasiado superficiales y no percibimos que estamos destruyendo el mundo, pero en este escenario, los movimientos de resistencia, como las manifestaciones, protestas y sabotaje directo resultan ser el único «freno» que se puede establecer en este sistema. Cuando se le preguntó si su propuesta era un llamado a la protesta, el científico respondió: «yo no estoy llamando a la gente a hacer nada, solo estoy tratando de entender el sistema».

Para Werner, el sistema económico en el que nos movemos «consume rápidamente los recursos naturales, y agota las reservas, produciendo un gran daño ambiental».

El científico asegura que solo si las personas se comprometen con la resistencia al sistema se podrá asegurar la sostenibilidad, pues incluso hasta nuestros mejores esfuerzos por gestionar el medio ambiente fallarán, porque se necesita que los individuos se comprometan en resistir el sistema actual y construir un nuevo sistema en el que el dinero y el consumo no sean el eje central.

Se extiende Kyoto
Se ha logrado extender el protocolo de Kyoto en la COP18. Se ha «animado» a los países más ricos a aportar para lograr un fondo de 10 mil millones de dólares hasta el 2020, cuando se revisará un nuevo acuerdo para el cambio climático. Por otro lado, China y Estados Unidos, los países que emiten la mayor cantidad de contaminación han aceptado los nuevos acuerdos con ciertas reservas, pero se ha logrado un avance.

Las naciones ricas esperan lograr un nuevo acuerdo a partir del año 2015, pero los científicos afirman que las emisiones contaminantes deben alcanzar su máximo en el 2015.

Más armas, menos vida en el planeta
Los países en vías de desarrollo han solicitado aportes por 60 mil millones de dólares para paliar los efectos del cambio climático, pero solo Gran Bretaña y Alemania han prometido 6 mil millones de dólares. Se debe tener en cuenta que Estados Unidos ha presupuestado 851 mil millones de dólares en gasto militar para el 2013 y China gastó 143 mil millones de dólares durante el 2012.

Mirando el presupuesto militar de los países que más contaminan queda clara su escala de prioridades, pero también debemos considerar que estamos a merced de las decisiones que tomen esos países sobre las acciones par frenar el cambio climático.

Documentos adicionales:

http://www3.unog.ch/dohaclimatechange/sites/default/files/FCCCCP2012L4REV1.pdf