El profesor Toshitsugu Fujii, director del panel de predicción de erupciones volcánicas del Japón, ha advertido en una entrevista en radio Australia, que se ha registrado una inmensa presión en la cámara de magma que se encuentra debajo del monte Fuji en Japón. Toshitsugu recordó en su entrevista que el monte Fuji es un ícono de la belleza de la naturaleza, pero al mismo tiempo es un emblema del poder destructivo de la tierra, porque el Fuji es un volcán activo que puede causar caos y destrucción en Tokio. El especialista indicó que el monte Fuji ha estado dormido por casi 300 años, cuando lo normal es que erupcione cada 30 años. Toshitsugu indicó que considerando las condiciones actuales «la próxima puede ser una erupción masiva y de gran escala».
Toshitsugu asegura que es habitual que un volcán erupcione después de un terremoto, «eso exactamente es lo que pasó hace 300 años, cuando el Fuji erupcionó 40 días después de que se presentó un enorme terremoto». Los especialistas mantienen cierta preocupación porque después del terremoto de 9 grados que afectó a Japón en marzo del 2011, se produjo un movimiento telúrico de 6,2 grados justo por debajo del volcán.
Si ocurre una enorme erupción del monte Fuji, el gobierno estima que podría causar pérdidas por más de 30 mil millones de dólares, causando daños a la salud de los japoneses y a la agricultura local. Se estima que la acumulación de ceniza en las áreas cercanas podría llegar a los 60 centímetros, incluso Tokio, localizado a 100 kilómetros del monte Fuji, podría, de acuerdo a Toshitsugu, cubrirse de cenizas, pero con una capa que no alcanzaría los 10 cm.
Se debe tener en cuenta que el gobierno de Japón no incluyó en su plan de recuperación de desastres una posible erupción del monte Fuji, porque no es posible predecir un terremoto de gran magnitud, pero después del terremoto de 9 grados del año pasado, se han producido más de 12 mil terremotos.