La intensidad sísmica sigue en aumento en el planeta. El fin de semana del 11 y 12 de agosto ocurrieron tres terremotos con una intensidad superior a los seis grados en Irán y china. Afortunadamente en la ciudad de Hotan, en la región autónoma de Xinjiang, en China, no se reportaron muertos ni heridos tras el terremoto de 6.3 grados en la escala de Richter. Pero, en otro rincón del planeta, en Irán, la muerte y destrucción se han apoderado de las calles. El sábado 11, dos terremotos de 6.4 y 6.3 grados en la escala de Richter sacudieron distintas regiones en Irán causando la muerte de alrededor de 300 personas y más de cinco mil heridos. Los terremotos siguen cobrando víctimas en todo el planeta.
El domingo 12 fue un día muy difícil para el pueblo iraní. Dos terremotos sacudieron el país, el primero, de 6.4 grados de magnitud, se produjo a 60 kilómetros al noreste de la ciudad de Tabriz, y tan solo 11 minutos después llegó el segundo sismo de 6.2 grados, cerca de Varzaghan. Las autoridades indican que más de mil villas fueron afectadas por el terremoto, se calcula que 130 villas sufrieron daños en el 70 por ciento de su infraestructura, mientras que otras 20 villas fueron completamente destruídas.
Autoridades iraníes indican que se han entregado tiendas de emergencia a unas 36 mil personas y unos 44 mil paquetes de comida. Pero el esfuerzo no ha sido suficiente, porque los representantes del gobierno han sido criticados por finalizar las operaciones de rescate en menos de 24 horas. Los funcionarios han respondido que se han apresurado para proveer de comida y refugio a los damnificados; además, se ha indicado que la zona en la que ocurrió el terremoto es un área muy fría, razón por la que iniciarán las operaciones de reconstrucción para lograr que la mayoría de damnificados cuenten con una casa antes de la gélida estación. Ahora el gran reto para los funcionarios del área de salud radica en conseguir donadores de sangre, en solo dos días se realizaron alrededor de 700 operaciones entre los heridos.
Sigue temblando
Después de los terremotos se produjeron otras 20 réplicas, y los pobladores de la zona decidieron dormir en las calles por temor a que ocurra otro terremoto.
Tan solo dos días después del terremoto en China, el 14 de agosto, la tierra volvió a temblar, esta vez un terremoto de 7.7 grados en la escala de Richter sacudió el mar de Okhtsk entre las costas de Rusia y Japón. No se reportaron daños ni se emitió alerta de tsunami tras el movimiento sísmico.