Violentas tormentas en la zona Oeste de Estados Unidos han sembrado a su paso muerte y destrucción. Al menos 13 personas han fallecido como consecuencia de los vientos que algunos testigos describieron como un huracán. La tormenta afectó el sistema eléctrico y produjo un apagón que ha dejado sin electricidad a más de 3.2 millones de personas, mientras la región enfrenta una ola de calor.

La reactivación del sistema eléctrico es urgente, porque los pobladores de 20 estados dependen de sus sistemas de aire acondicionado para soportar los casi 40 grados de calor que se registran en la zona. Las autoridades han señalado que esperan reparar el sistema eléctrico en los próximos siete días. Los termómetros de Washington, Nashville en Tennessee, Louisville en Kentucky y Atlanta superaron la barrera de los 40 grados centígrados.

Se han registrado vientos de hasta 130 kilómetros por hora durante las tormenta. Dos ancianas de 90 y 71 años murieron aplastadas por árboles que cayeron sobre sus casas. En Ohio 10 personas murieron como consecuencia directa de las tormentas. Se ha declarado el estado de emergencia en Maryland, West Virginia, Ohio, el distrito de Columbia y Virginia.

Para brindar alivio a los ciudadanos durante la ola de calor, las autoridades de distintas comunidades han instalado «cooling centers», espacios con aire acondicionado,  en lugares públicos como bibliotecas, escuelas y otros ambientes similares.