Hasta el 29 de junio el incendio forestal desatado en Colorado había destruído alrededor de 350 casas y causado la muerte de una persona. Las autoridades indicaron que es el incendio más destructivo registrado en ese estado, y unas 32 mil personas han abandonado sus hogares. Las nubes de humo han sido fotografiadas por satélites desde el espacio exterior y el fuego se ha extendido en distintos puntos del estado. Se ha detectado fuego en al menos 14 puntos distintos de Colorado, siendo los incendios más grandes los de Waldo Canyon (75 Km2) y High Park (353 Km2). Se han invertido casi 3.2 millones de dólares para mitigar el incendio.
El fuego se inició el 23 de junio y se extendió rápidamente. Especialistas del FBI no han logrado determinar el origen del incendio. Las comunidades de Cascade, Chipita Park Green Mountain Falls y Crystola, han recibido la orden de evacuar sus casas de forma obligatoria.
Más de mil doscientos bomberos están intentando reducir los incendios. Se han desplegado 27 brigadas, 73 máquinas para combatir el fuego, algunos helicópteros y un avión.
Las autoridades han indicado que más de 20 mil casas y 160 edificios comerciales están amenazados.
El jefe de bomberos de Colorado Springs indicó a los medios que este incendio es «un mounstruo», y a pesar de los esfuerzos realizados «no se está ni remotamente cerca de controlarlo».