Como mencionamos en una nota anterior, la actividad sísmica y volcánica sigue en aumento. El pasado domingo 20 de noviembre las poblaciones cercanas al volcán Popocatépetl vivieron algunos minutos de pánico al experimentar el estruendo ocasionado por una explosión que surgía desde el interior del volcán, minutos más tarde una extensa y oscura columna de unos cinco kilómetros de altura se levantaba sobre el volcán. Algunos vecinos del lugar narraron que sintieron gran temor al escuchar un sonido similar a «una llanta de auto explotando en los oídos», de acuerdo a los testigos este sonido fue incluso más fuerte que los percibidos durante la erupción del volcán en el año 2000.
Las autoridades de la zona han indicado que por el momento se mantiene la calma respecto al volcán, pero se mantiene el semáforo de alerta en nivel Amarillo Fase 2, lo que implica que podrían observarse pequeñas explosiones y fragmentos incandescentes en los próximos días. Se ha establecido un perímetro de seguridad de 12 kilómetros para evitar incidentes, pues se espera que el volcán arroje fragmentos incandescentes.
Por el momento el volcán mantiene actividad baja, pero las autoridades han asignado personal especializado para mantener un estricto seguimiento de la evolución del volcán. Sismólogos y vulcanólogos de la Universidad Autónoma de México (UNAM).
Actividad solar y predicción de terremotos