Documentos filtrados mostraron que tres empresas de energía en Gran Bretaña pagaron a empresas de seguridad para que monitoreen las actividades de activistas. De acuerdo a un artículo publicado en el website de Guardian (guardian.co.uk) el gigante E.ON, el segundo productor de carbón Scottish Resources Group  y Scotish Power, una de las empresas generadoras de electricidad más grandes del Reino Unido solicitaron los servicios de una empresa de seguridad para espiar a los activistas locales.

Los documentos filtrados muestran cómo la propietaria de la firma de seguridad, Rebecca Todd, informa a los ejecutivos acerca de los planes de los activistas después de filtrarse en sus emails. También se muestra cómo Todd le da instrucciones a un agente  para asistir a las reuniones de las campañas e integrarse con los activistas. Entre los documentos filtrados también se descubre que hay oficiales de policía infiltrados en las protestas, pero se han infiltrado incluso muchos más espías corportativos entre los grupos de protestas.

La policía ha respondido a estas revelaciones indicando que la policía encubierta cumple con una serie de normas y, a diferencia de los espías corporativos, sus acciones son reguladas. Al respecto, Sir Hugh Orde, el presidente de la asociación de jefes de policía, que hasta hace poco dirigía la unidad secreta de policías encubiertos desplegados en los grupos de protestas, resaltó que «el despliegue de agentes privados sin ningún tipo de control constituía un gran área de preocupación». La información expuesta ha derivado en el inicio de cuatro investigaciones a oficiales de la policía.

La información difundida por The Guardian permitió identificar las estrategias utilizadas por las corporaciones para espiar las actividades de los activistas. Entre los métodos identificados se cuentan la infiltración de agentes a tiempo completo en las organizaciones de activistas y hacer que personas monitoreen las actividades programadas en listas de interés en la Internet. Se ha identificado que empresas multinacionales desde empresas de energía a comercializadores de armas utilizan la vigilancia de activistas para evitar las campañas en su contra o que irrumpan en sus locales.

Todd asegura que los métodos que utilizó para recopilar información no son invasivos, porque recurrió a fuentes públicas como las listas de correo. Pero los activistas afirman que las listas de correo solo admiten a aquellos que se han registrado en las reuniones de coordinación. Eli Wilton, una activista de Climate Camp declaró «se puede sentir terror de solo pensar que en una reunión de cómo detener a la industria de combustibles fósiles y la personas que está sentada junto a tí podría ser un espía pagado por los gigantes de la industria de la energía»

El portavoz de E.On reconoció que su empresa contrató los servicios de enpresas de seguridad como Vericola, pero solo solicitaron información que estuviera disponible públicamente, y si la empresa de seguridad obtuvo información privada lo hizo «por cuenta propia». Las otras empresas involucradas en el caso decidieron no hacer ningún comentario.