La población mundial de osos polares se reduciría a poco más de 7 mil ejemplares en los próximos 100 años debido al rápido deshielo de su hábitat. Algunos especialistas aseguran que una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero podría detener el rápido deterioro del hielo ártico, pero tomando en cuenta los resultados de la COP16 y la postergación constante de acuerdos que permitan continuar e incrementar las medidas contra las emisiones de gases establecidas en el Protocolo de Kioto, una recuperación del ecosistema del Ártico es poco probable.

El  entorno político global y la economía humana ayudarían a acelerar la extinción de los osos polares.De acuerdo a información publicada por BBC Mundo, en el 2007 el científico Steven Amstrup, de la Agencia de Investigación Geológica estadounidense y su equipo de trabajo revelaron que la población mundial de osos podría reducirse a la tercera parte a mediados del próximo siglo, considerando que las emisiones de contaminantes del sector industrial ocasionarían un incremento de temperaturas y acelerar, o tal vez hacer irreversible, la pérdida de masas de hielo en el Ártico.

De acuerdo a un artículo publicado en la revista Nature, se podría evitar la reducción de la población de los osos polares, si las industrias reducen sus emisiones de gases con gran celeridad, pero se debe tener en cuenta que las negociaciones para la reducción de gases de invernadero han sido postergadas para la reunión del COP17, en noviembre del próximo año; por otro lado, Estados Unidos y China, las naciones que más contaminan con gases de efecto invernadero, han manifestado hasta el momento que no resulta conveniente para su desarrollo la aplicación de recortes en las emisiones contaminantes que producen el efecto invernadero.
Aún hay esperanza
Amstrup indicó que aún es viable reducir el proceso de calentamiento del Artico porque aún no hemos llegado al «punto de inflexión», el punto a partir del cual el calentamiento y descongelamiento de las masas polares es irreversible. Al derretirse los hielos, el sol calentará las aguas del océano, incrementando la velocidad del deshielo, pero los científicos también han identificado fenómenos que podrían desacelerar el proceso de calentamiento del Ártico. Fenómenos como el «congelamiento rápido» que se produce en aguas abiertas cuando las bajas temperaturas reaparecen en otoño. De acuerdo a los investigadores, este fenómeno contribuye a frenar los procesos de retroalimentación que favorecen el calentamiento de esta región.
Ted Maksym, investigador del Instituto Británico de Estudios Antárticos, señala no se ha llegado aún a un punto de inflexión, pero los osos polares solo se salvarían si el incremento de temperaturas se mantiene por debajo de los 1,25 grados, pero esta meta, considerando la tendencia actual es poco probable que sea alcanzada.