De acuerdo a ejecutivos de Repsol (http://www.repsol.com/es_es/), el derrame de petróleo que ha teñido de negro las costas de Tarragona ha sido ocasionado por un «error humano» en la plataforma petrolera Casablanca, propiedad de Repsol. Como sucedió en el caso del derrame en el Golfo de México, las cifras de las autoridades y las de la empresa difieren. De acuerdo a ejecutivos de Repsol, se han vertido entre 30 a 60 metros cúbicos (entre 30 mil a 60 mil litros) de petróleo, mientras que funcionarios de la subdelegación del Gobierno calculan que se han vertido entre 100 a 180 metros cúbicos (entre 100 mil a 180 mil litros) en el Delta del Ebro. De acuerdo a los datos proporcionados por la página web del diario El Mundo, la mancha de petróleo que se ha generado tras el derrame equivale a unas 2000 canchas de fútbol.

Ejecutivos de Repsol han informado que el derrame se ha originado por una falla en una de las válvulas de las tuberías, y no es producto de una falla en la plataforma. Al parecer, por un error se dejó abierta una vàlvula ubicada en la tubería destinada a enviar crudo desde la plataforma hasta la refinería, al encontrarse la válvula abierta el depósito se llenó hasta rebosar y el petróleo llegó al mar.

Antes del derrame, las instalaciones detuvieron sus operaciones para preparar la infraestructura de modo que pudiera soportar un incremento en la producción. Repsol ahora se prepara para explotar dos nuevos pozos de petróleo en la misma zona. La empresa ha asumido su responsabilidad  por el desastre y ha participado activamente en las labores de dispersión de la mancha enviando a los buques «Boluda Abrego», «Red Panther» y un remolcador.

La unidad de Salvamento Marítimo del Ministerio de Fomento de España activó al mediodía del 22 de diciembre el plan nacional de contingencias en Tarragona y movilizó equipo y personal especializado para controlar la contaminación en la zona del desastre. De acuerdo a un comunicado emitido por ese ente de gobierno, se estima que la mancha de petróleo cubre unos 19km cuadrados a unas 13 millas de la costa y por acción de los vientos la mancha se trasladaría mar adentro, sin afectar a las poblaciones de las costas de Tarragona, pero contaminando la vida marina de la zona.

Alimento mortal
Buques de Repsol y Salvamento Marítimo han trabajado en conjunto para dispersar las manchas de petróleo, pero esta medida lejos de solucionar el problema de la contaminación, solo lo hace «invisible» pero no por ello menos peligroso. Aún no se han presentado informes sobre los niveles de contaminación que se podría encontrar en peces en zonas cercanas a los derrames de petróleo. En los casos de derrames de petróleo en ríos, entes de gobierno, como DIGESA en Perú, han reportado que «es preocupante los resultados de los análisis de metales pesados en los músculos de algunas especies analizadas como es el caso del plomo que sobrepasan los límites permisibles». En el caso de derrames en el mar, como en el Golfo de México, solo se tienen reportes de investigaciones sobre la contaminación en microorganismos, y, aunque se tiene la certeza que los microorganismos se encuentran contaminados, no hay investigaciones que determinen el nivel de contaminación que se extiende a animales de mayor tamaño.

Negra navidad
El derrame de crudo se produjo a pocos días de la celebración de la Navidad. En la cuenta de Facebook de la «Guía Repsol», los administradores de la red social tuvieron la idea de proponer una cena de navidad, pero la respuesta de los usuarios no se hizo esperar, y los comentarios negativos llegaron por docenas ( http://www.facebook.com/guiarepsol/posts/182842471741333 ).  Tal vez habría sido mejor para Repsol publicar información más transparente sobre el accidente para informar a sus usuarios.