Entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre se realizará la Conferencia Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP16 (http://cc2010.mx/es/), reunión de altos funcionarios en donde se discutirán las estrategias y compromisos a adoptar para lograr revertir los efectos del cambio climático y renovar los compromisos del protocolo de Kyoto que expira en el 2012. Gran parte de las discusiones girarán en torno a la reducción de emisiones por parte de los países industrializados más grandes, y la creación de fondos que ayuden a los países en desarrollo a paliar los efectos de los desastres naturales, además de apoyar la adopción de energías limpias en esos países.
La COP15, realizada el año pasado en Copenhague, no logró que los países reconocieran un acuerdo vinculante que les obligue a reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO2). Este año, algunos indicios evidencian que se podría ver una actitud diferente entre los representantes de los distintos países que participan. Una de las buenas noticias llega desde Europa, específicamente en Estrasburgo, donde el Parlamento Europeo presentó un pedido para que la Unión Europea (UE) eleve su compromiso de reducción de emisiones de CO2 del 20% a 30% para el 2020, respecto a los niveles de emisiones que se tenía en 1990. Pero las miradas de todo el planeta están sobre los Estados Unidos y China, dos de los grandes generadores de contaminación en el globo.
Todo el mundo espera por que se concreten acuerdos vinculantes que abran las puertas a medidas específicas para reducir el nivel de contaminación global. Se calcula que unas 25 mil personas asistirán a esta cita en México, unos 20 presidentes asistirán a la COP16, entre ellos los presidentes latinoamericanos de Brasil, Ecuador, Venezuela, Colombia, Guatemala, Costa Rica y Bolivia.
En la reunión de la COP15 se generó una iniciativa para que los países ricos aporten 30 mil millones de dólares a un fondo destinado a los países en vías de desarrollo para que puedan adquirir tecnologías de energía limpia y generar estrategias para adaptarse al cambio climático, además se determinó que el fondo de ayuda debería incrementarse hasta alcanzar los 100 mil millones de dólares en el 2020, pero sin establecer una agenda para cumplir con ese objetivo.
Horizonte nublado
Desafortunadamente los pronósticos para el clima político de la COP16 no son muy alentadores. La administración de Obama no tuvo éxito al intentar establecer normas para limitar las emisiones en Estados Unidos, y tras la victoria de los republicanos en el senado, se complica aún más la situación. Por otro lado, analistas internacionales señalan que además será necesario establecer un acuerdo favorable con China e India, dos de los países en desarrollo, con una gran cantidad de población, que están incrementando con gran celeridad sus emisiones de contaminantes.
Al inicio de la COP16 se ha sentido la ausencia de los mandatarios de China y Estados Unidos, los dos principales países generadores de contaminación en el mundo. Otro indicador de un clima turbulento para las negociaciones en la cumbre ha sido la escasa asistencia de funcionarios de gobierno. De los 50 mil asistentes que se mencionaron al principio, se redujeron a unos 25 mil, de acuerdo a cifras oficiales.
Pero habría una ventana de esperanza en el mediano plazo. De acuerdo al Premio Nobel de Química , Mario Molina, hay una oportunidad para reducir el calentamiento global con un coste “relativamente bajo” al destinar entre el 2% o 3% del Producto Bruto Interno mundial, e indicó que si se postergan las decisiones en torno al clima, el costo sería astronómico para las generaciones por venir.