Autoridades de Indonesia informaron que se han registrado más de 400 muertos a consecuencia del terremoto de 7,5 grados y el posterior tsunami que afectó al área de Sumatra. Pocos días después del fatal tsunami el volcán Merapi incrementó su actividad con al menos dos erupciones que cobraron la vida de 38 personas, obligando a las autoridades a realizar una evacuación de casi 70 mil personas para evitar más muertes.
Hace dos años Indonesia adquirió un sistema de alerta de tsunamis con tecnología extranjera, pero el sistema no funcionó. Olas de seis metros penetraron hasta 600 metros en tan solo cinco minutos. Algunas de las islas de Mentawai aparecieron parcialmente sumergidas a dos días del tsunami, cientos de cuerpos fueron recuperados y se registraron centenares de desaparecidos. Tras el paso del tsunami se estima que unas cuatro mil viviendas fueron destruídas en la costa.
La primera erupción del volcán Merapi mató a alrededor de 28 personas, las autoridades de la zona indicaron que las primeras ráfagas de aire caliente quemaron vivas a las personas que se encontraban en los alrededores. Un bebé de tres meses murió debido a dificultades respiratorias. Las erupciones del volcán Mirapi provocaron una nube de cenizas de 1,5 kilómetros, y los científicos aseguran que se ha incrementado la actividad de dos volcanes, el monte Anak Krakatau y el monte Sinabung en Sumatra Norte.
Indonesia es sacudida por unos siete mil temblores al año, pero la mayoría de movimientos sísmicos son de baja intensidad y no son percibidos como una amenaza por la población.